El partido entre Philadelphia Eagles y Washington Commanders terminó envuelto en una fuerte polémica luego de una pelea generalizada en el último cuarto, que derivó en tres expulsiones y elevó al máximo la histórica rivalidad entre ambas franquicias.
El incidente se produjo tras la conversión de dos puntos que le dio una ventaja decisiva a Philadelphia, en un encuentro que finalizó 29-18 a favor de los Eagles y les aseguró el segundo título consecutivo de la NFC Este. En medio del tumulto, se registraron golpes y empujones, y el momento más tenso se dio cuando seis jugadores de Washington se abalanzaron sobre un futbolista de los Eagles.
Los árbitros descalificaron a Javon Kinlaw y Quan Martin (Commanders), y a Tyler Steen (Eagles) por rudeza innecesaria. Según reportes de la agencia AP, la situación obligó a una rápida intervención arbitral para controlar la pelea.
Tras el partido, Saquon Barkley vinculó el episodio con la rivalidad histórica entre ambos equipos y el clima caliente en el estadio. Por su parte, el entrenador de Washington, Dan Quinn, evitó calificar la jugada como una falta de respeto, aunque dejó en claro que la tensión continuará cuando vuelvan a enfrentarse en dos semanas.
El entrenador de Philadelphia, Nick Sirianni, defendió su decisión de ir por dos puntos con argumentos tácticos y matemáticos, y remarcó que este tipo de cruces divisionales suelen tener una alta carga emocional.
En lo deportivo, pese a un comienzo irregular, Jalen Hurts lanzó para 185 yardas y dos touchdowns, además de correr 40 yardas, mientras que Barkley aportó 132 yardas terrestres y un touchdown. Con este triunfo, los Eagles quedaron con récord 10-5 y se convirtieron en el primer equipo en repetir título de la NFC Este desde su racha entre 2001 y 2004.
La rivalidad, una vez más, dejó en claro que en la NFL no solo se juega con talento, sino también con intensidad y carácter.
