¿Cómo evitar que mi perro o gato se altere con la pirotecnia durante las celebraciones de Año Nuevo?

Cada año, durante las celebraciones de Año Nuevo, los fuegos artificiales provocan estrés y miedo en miles de perros y gatos. Las explosiones y estruendos, que forman parte de la tradición en muchas ciudades, pueden desencadenar en las mascotas conductas de escape, temblores, jadeo o incluso reacciones peligrosas.

Por qué la pirotecnia altera tanto a perros y gatos

El uso de fuegos artificiales es uno de los principales factores de estrés en las mascotas durante las fiestas de fin de año. El ruido inesperado y potente afecta especialmente a perros y gatos por su audición mucho más desarrollada que la humana. Los animales pueden experimentar palpitaciones, temblores, salivación excesiva, aturdimiento, conductas erráticas o intentos de huida ante estos estímulos.

Un veterinario explicó que este miedo puede derivar en episodios de ansiedad intensos, e incluso producir lesiones auditivas irreversibles: “Los fuegos artificiales pueden tener un impacto significativo en perros y gatos debido a su agudo sentido del oído y su sensibilidad a estímulos repentinos”.

La pirotecnia también libera partículas tóxicas al ambiente, con capacidad para irritar vías respiratorias y ojos, o producir intoxicaciones si las mascotas ingieren residuos. Esta problemática se suma al mayor riesgo de extravío: muchos perros y gatos huyen desorientados para escapar del ruido, pudiendo perderse o sufrir accidentes.

Preparar la casa, primer paso para proteger a tu mascota

Crear un entorno seguro y aislado es la clave que repiten los especialistas. El consejo inicial es acondicionar un espacio cómodo y conocido, donde la mascota pueda refugiarse. Lo ideal es usar una habitación sin salidas directas al exterior, cerrando puertas, ventanas y persianas. Se recomienda sumar sus juguetes, agua fresca, comida y una cama o manta habitual para reforzar la sensación de seguridad.

La organización Four Paws, referente internacional en bienestar animal, aconseja evitar a toda costa que los perros y gatos tengan acceso a la calle durante los fuegos artificiales. Incluso para animales que habitualmente están afuera, la sugerencia es ingresarlos anticipadamente y asegurar que las puertas permanezcan cerradas. “Es recomendable elegir cuidadosamente el lugar donde ubicamos a nuestras mascotas durante estos eventos, una habitación es una de las mejores opciones”, recomendó Di Paolo.

Mantener la calma y evitar la sobreprotección

El veterinario Juan Enrrique Romero advirtió sobre el efecto de la sobreprotección: si el tutor, frente al miedo del animal, lo cobija en exceso o muestra nerviosismo, ese comportamiento refuerza la percepción de peligro y puede incrementar el miedo con los años. Por eso, la actitud más adecuada consiste en acompañar con normalidad, ofrecer contacto solo si el animal lo busca y no castigar ni forzar.

La confianza de la mascota se construye en parte mostrando serenidad: “Si mi referencia lo toma en serio, quiere decir que mi miedo tiene sentido”, explicó el especialista. Esta estrategia debe acompañarse con distracciones, como juegos o premios, sin que el tutor realce los ruidos externos.

Métodos para reducir el estrés: de chalecos antiestrés a feromonas

Diversos recursos complementan el aislamiento acústico. En perros, según Four Paws, existen opciones como música relajante o ruido blanco (con la misma frecuencia e intensidad), que ayudan a tapar explosiones lejanas.

En gatos, las feromonas sintéticas (en spray o difusor) y el catnip pueden ser alternativas recomendadas por veterinarios y difundidas por portales especializados como petMD. Este tipo de productos ayudan a recrear un entorno familiar para el animal, fomentando la calma. Para quienes buscan remedios naturales, se mencionan suplementos específicos, siempre probados previamente y bajo consulta profesional.

Identificación y prevención de fugas

Para evitar situaciones de extravío, se aconseja colocar collar con placa identificatoria o, en el caso de gatos, contar con microchip actualizado. Esta práctica resulta fundamental para que, en caso de escape, la familia pueda reencontrarse rápidamente con el animal.

Compartir