Luego de una jornada de calor agobiante y humedad saturante, Santiago del Estero vivió un cambio de tiempo violento. Lo que comenzó como un alivio térmico necesario se transformó rápidamente en una emergencia urbana: una tormenta eléctrica feroz descargó gran cantidad de agua en pocos minutos, dejando a la Capital y al interior provincial lidiando con las consecuencias de un clima impredecible.
Calles anegadas y servicios colapsados
El impacto de las precipitaciones fue inmediato y devastador para la infraestructura vial. En la Capital y La Banda, la intensidad del agua superó la capacidad de los desagües pluviales, transformando avenidas principales en verdaderos ríos intransitables.
Zonas Críticas: Los barrios periféricos sufrieron las mayores complicaciones, con el agua ingresando a veredas y dificultando el acceso a las viviendas.
Interior: En Las Termas de Río Hondo, el fenómeno comenzó pasadas las 17:00 con una furia que paralizó la actividad comercial y turística, dejando calles anegadas en tiempo récord.
Caída de árboles y operativos de emergencia

El viento no dio tregua. Las ráfagas provocaron la caída de árboles de gran porte, siendo uno de los incidentes más graves el registrado en el barrio Almirante Brown. Allí, personal de Arbolado Urbano de la Municipalidad debió intervenir de urgencia para remover un ejemplar que amenazaba con aplastar viviendas y obstruía por completo la calzada.
Las cuadrillas de Defensa Civil y servicios municipales permanecen en alerta permanente, trabajando en la remoción de ramas, despeje de sumideros y asistencia a familias afectadas por las filtraciones y el avance del agua.
Un cierre de año bajo alerta máxima
La tregua que trajo la noche es apenas superficial. El Servicio Meteorológico Nacional mantiene un pronóstico sombrío para lo que resta del fin de semana, con el territorio santiagueño bajo una peligrosa combinación de alertas amarilla y naranja.

Recomendación oficial: Se insta a los vecinos a no sacar la basura, evitar circular por calles inundadas y asegurar objetos que puedan ser volados por el viento. La inestabilidad persistirá durante la madrugada del domingo 28, marcando un cierre de diciembre dominado por la contingencia climática.
