La situación judicial de Ramiro Agustín Petros es cada vez más inquietante. Entre las numerosas denuncias que pesan sobre el empresario, se encuentra la de un comerciante que asegura haber pagado U$S 40.000 por un vehículo de alta gama que nunca recibió.
Pero además, se presume que hubo una reventa de la misma unidad a un comprador tucumano, lo que derivó en allanamientos y un pedido de eximición de prisión por parte de la defensa del acusado.
Según la denuncia presentada por el abogado Sebastián Robles, la transacción se concretó en agosto último. Petros habría convencido al damnificado de adquirir un Audi Q3 que supuestamente se encontraba en la provincia de Buenos Aires y, para que todo pareciera dentro de lo legal, le entregó el formulario 08 firmado más documentación de verificación policial.
Además, a modo de “últimatum” advirtió al potencial comprador de que debía cerrar otro negocio de manera “urgente”. Finalmente, el empresario recibió los U$S 40.000 y prometió que el vehículo llegaría días más tarde. Sin embargo, el vehículo nunca apareció.
La investigación de la querella derivo en otro dato impensado: mientras el denunciante santiagueño reclamaba su unidad, un hombre desde Tucumán se contactó con ellos para informar que también había comprado el mismo Audi Q3 y que incluso poseía un permiso para circular en él.
Es decir, en cuestión de día, el auto “ya tenía dos dueños”, según manifestó el Dr. Robles. El letrado señaló que determinaron que su cliente es el titular registral del vehículo, pero la unidad sigue desaparecida cuatro meses después.
La causa fue unificada bajo la órbita de la fiscal Luciana Jacobo, quien ya investiga a Petros por otras denuncias similares.
