Como parte de un plan para la reconstrucción de sus capacidades navales, Argentina evalúa la posible adquisición de submarinos Scorpène desde Francia.
Este tipo de unidades permitiría a la Armada contar con submarinos de ataque modernos que son fundamentales para la vigilancia del Atlántico Sur, como así también la protección de los recursos marítimos y el fortalecimiento del poder disuasivo del país.
La propuesta forma parte de un amplio proceso de reequipamiento de las Fuerzas Armadas, con el objetivo de contrarrestar décadas de deterioro y reposicionar a la Armada Argentina en el contexto regional.
Los submarinos se consideran un componente central en la estrategia nacional, especialmente en una zona geopolíticamente delicada como el Atlántico Sur, donde convergen intereses económicos, pesqueros y energéticos.
La experiencia en Sudamérica muestra que el uso de submarinos Scorpène ha tenido éxito en países vecinos. Chile opera desde hace más de una década dos unidades de este tipo, convirtiéndolas en el núcleo de su fuerza submarina.
Esto ha permitido a la Armada chilena modernizar su flota y mejorar su capacidad de vigilancia en un extenso litoral. Por otro lado, Brasil ha desarrollado una versión ampliada del Scorpène bajo el programa PROSUB, que no solo ha modernizado su marina, sino que también ha potenciado su industria naval a través de la transferencia tecnológica.
En este contexto, la posible adquisición de submarinos Scorpène podría significar un paso decisivo para el fortalecimiento de la Armada Argentina y su capacidad de influir en el Atlántico Sur.
