A pocos días de cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de Luciana Torres, su hermano Maximiliano rompió el silencio con una publicación en redes sociales que combina el dolor por la pérdida con una denuncia contundente por la falta de avances.
Luciana fue encontrada sin vida el 30 de diciembre de 2024 en su departamento de la calle Mitre. Hoy, su familia asegura que la herida sigue abierta y que la búsqueda de la verdad no cesará pese a los tiempos de la justicia.
Una cronología del dolor
En su texto, Maximiliano reconstruye los últimos momentos de Luciana, marcando un contraste doloroso entre la cotidianidad y la tragedia:
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28 de diciembre: Una última cena llena de “risas y proyectos”.
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29 de diciembre: El inicio del silencio y la preocupación.
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30 de diciembre: El hallazgo del cuerpo en el baño de su casa.
El mensaje de Maximiliano no deja lugar a dudas sobre la postura de la familia: consideran que se trató de un crimen. Bajo las etiquetas de “asesino” y “femicida”, el hermano de la víctima dirigió palabras cargadas de indignación hacia el autor del hecho, a quien le deseó que “cargue con el peso de lo que hizo” y que “no merezca descanso”. “Muchos dicen que la justicia no existe. Que acá todo se tapa, se negocia, se demora. Tal vez tengan razón. Pero la justicia —humana o divina— llega”, expresó, aunque advirtió que la búsqueda de la verdad no se detendrá: “Esto no terminó”.
“Estamos investigando”
Maximiliano también reveló que, ante la falta de respuestas oficiales, la familia y los allegados están siguiendo sus propios pasos para dar con la verdad. “¿Quién es? Lo estamos averiguando. Estamos investigando. Seguimos cada paso”, afirmó, dejando claro que el paso del tiempo no significa olvido.
El posteo finaliza con un irónico deseo de “Feliz Año Nuevo” para el responsable, recordándole que, a pesar del paso del tiempo, deberá vivir con la “conciencia sucia y las manos manchadas”.
Cabe destacar que la publicación está acompañada de fotos familiares de aquel ultimo encuentro del que fue participe la joven, y un flayer en el que se destacá #FueFemicidio y No se calla.
Novedades en la causa: Definiciones de competencia y elevación a juicio
Mientras el reclamo social crece, la causa judicial ha sumado capítulos decisivos en las últimas horas. La Cámara de Apelaciones, integrada por las vocales Inés Zamora, Gabriela Núñez y Cecilia Vittar, determinó que la investigación “es competencia de los jueces de Control y Garantías”.
Esta resolución descarta el pase del proceso al Juzgado de Género, alineándose con la postura previa de la jueza Norma Morán. Con este conflicto de competencia resuelto, la Cámara reanudará las audiencias para debatir recursos interpuestos por la fiscalía y la defensa.
Imputaciones y posturas enfrentadas
Actualmente, la causa presenta un escenario complejo con varios involucrados:
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Joaquín Cesca (Ex pareja de Luciana): La fiscal Celia Mussi le atribuye el delito de “instigación al suicidio”. Sin embargo, el querellante Sebastián Robles planteó una acusación alternativa mucho más grave: “homicidio agravado por el vínculo enmarcado en un contexto de género”. Cesca es asistido por Guillermo Ruiz Alvelda y Sofía Oberlander.
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Julián Canllo: Imputado por “falso testimonio” (defendido por Maricel Beltrán y Eugenio Chavarría).
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Ana Carolina Ruzzo: Imputada por “omisión de auxilio” (defendida por Juan José Saín y Lara Lucateli Perrén).
En agosto pasado, la fiscalía presentó la requisitoria de elevación a juicio. Tras resolverse que la causa permanecerá bajo la órbita de los jueces de Control y Garantías, se espera que el proceso avance hacia el debate oral para determinar las responsabilidades penales en torno a la “misteriosa muerte” de la joven modelo que conmocionó a la provincia.
