“Mi hijo quedó sin su papá”: el reclamo de justicia a tres años del crimen de Ángel Jiménez en el barrio Juan Felipe Ibarra

A tres años del crimen que marcó un antes y un después en su vida, Mariana Castaño, esposa de  Ángel Jiménez, el empleado municipal asesinado en el barrio Juan Felipe Ibarra, volvió a alzar la voz. En diálogo con Info del Estero, habló del dolor que no se apaga, del vacío que dejó su compañero y del silencio de una Justicia que, pese al paso del tiempo y al vencimiento de los plazos, aún no dictó condena contra el responsable.

No hubo justicia todavía

“Injusticia”, responde Mariana cuando se le pregunta qué significa llegar a este aniversario sin una sentencia. Una palabra que resume años de espera, de trámites y de promesas que no se cumplieron. A esa sensación se suman la tristeza y la angustia que, asegura, la acompañan desde el día en que su esposo fue asesinado.

Mariana siente que su voz nunca fue realmente escuchada. “No”, dice con firmeza cuando se le consulta si la Justicia tuvo en cuenta su testimonio y el de su familia. Desde aquel día, su vida cambió por completo. “Mi vida cambió por completa desde que falleció mi esposo. Ya nada es lo mismo, ni para mí, mucho menos para la familia”, expresó.

Su marido era empleado municipal, trabajaba en el Centro Operativo y, además, se ganaba la vida como vendedor ambulante de artículos de limpieza. “Así lo conocía la gente: rebuscador, trabajaba todo el día. Era mi sostén y el de mis hijos”, recordó Mariana, poniendo en palabras la dimensión de la pérdida, no solo afectiva sino también económica y familiar.

El paso del tiempo sin respuestas judiciales profundizó el dolor. La sensación que hoy domina es la impotencia. “Siento que quedamos solos”, confiesa, al describir la falta de acompañamiento institucional durante estos años.

A pesar del cansancio y del dolor, Mariana no baja los brazos. Su pedido sigue siendo claro y firme: una condena ejemplar. “Quiero que el señor juez me escuche y que ponga su mano en su corazón. Yo solo pido justicia, que no quede impune la muerte de mi marido. Hay un hijo que quedó sin su papá”, expresó con la voz quebrada.

Tres años después, el reclamo sigue vigente. La causa continúa sin una resolución definitiva y la familia espera que el crimen no quede en el olvido. Mientras tanto, Mariana sigue hablando, convencida de que nombrar a su esposo y exigir justicia es también una forma de mantenerlo presente.

Sobre el crimen

El crimen ocurrió el 27 de diciembre de 2022 en el barrio Juan Felipe Ibarra, cuando el empleado municipal fue atacado a balazos al llegar a su domicilio. Según se reconstruyó en la causa y el testimonio de su esposa, el agresor “Pibe” Medina lo habría estado esperando y efectuó unos 20 disparos que le provocaron la muerte en el acto. El hecho estuvo precedido por conflictos previos y denuncias realizadas por la familia, que advertían sobre amenazas y situaciones de hostigamiento. A pesar del tiempo transcurrido, la causa judicial aún no tiene una condena firme.

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