El Congreso de Luisiana ha aprobado un controvertido proyecto de ley que permite la castración quirúrgica de pedófilos convictos, convirtiéndose potencialmente en el primer estado de EE.UU. en implementar tal medida. Para que la ley entre en vigor, el proyecto aún debe ser promulgado por el gobernador Jeff Landry.
Actualmente, estados como California, Florida y Texas tienen leyes que permiten la castración química de pedófilos convictos. En algunos de estos estados, la castración quirúrgica puede aplicarse si el reo opta por esta medida. En Luisiana, los jueces ya tienen la autoridad para ordenar la castración química de aquellos culpables de delitos sexuales contra menores.
De acuerdo con la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, ningún estado del país tiene una ley que autorice a los jueces ordenar la castración quirúrgica obligatoria, lo que haría de Luisiana un pionero en esta polémica área legislativa si el proyecto es firmado por el gobernador Landry.
El proyecto de ley ha generado un intenso debate sobre su constitucionalidad y efectividad. Los defensores argumentan que es una medida necesaria para proteger a los niños y prevenir la reincidencia de los delincuentes sexuales. Los opositores, por otro lado, plantean preocupaciones sobre los derechos humanos y la ética de imponer un procedimiento tan invasivo.
La decisión final del gobernador Landry será crucial para determinar si Luisiana se convierte en el primer estado en adoptar una ley que permite la castración quirúrgica de pedófilos convictos, un hecho que podría sentar un precedente a nivel nacional.