Desde el mes de junio, las tarifas de gas y electricidad experimentarán un aumento debido a una nueva quita de subsidios implementada por el gobierno nacional. La medida fue oficializada mediante cuatro resoluciones publicadas en el Boletín Oficial por la Secretaría de Energía, liderada por Eduardo Chirillo. Esta decisión busca ajustar los precios al costo real de producción y transporte de la energía, aunque mantiene subsidios parciales para diversos sectores.
Según la Secretaría de Energía, los usuarios de gas verán incrementos significativos en sus facturas. Un usuario de categoría N1 con un consumo promedio de 149 m³ mensuales pagará $28.142, lo que representa un aumento del 9%. Para los usuarios de categoría N2, con un consumo promedio de 159 m³, la factura subirá un 33%, alcanzando los $20.797. Los usuarios de categoría N3, con un consumo promedio de 171 m³, enfrentarán un incremento del 10%, llevando sus facturas a $26.865. En cuanto a la electricidad, un consumo promedio residencial de 260 kWh mensuales verá un aumento del 23% para los usuarios N1, mientras que para los N2 y N3 los incrementos serán del 100% y 156% respectivamente.
La nueva política de precios establece que los usuarios de gas pagarán un precio promedio de US$3,29 por millón de BTU, un aumento respecto a los US$2,94 que pagaban anteriormente los comercios, industrias y usuarios de altos ingresos. Sin embargo, este nuevo precio es menor al previsto en el sendero original de aumentos, que había sido pospuesto por el Ministerio de Economía. Para los usuarios de ingresos bajos (N2) y medios (N3), los nuevos precios estarán bonificados hasta un cierto tope de consumo, resultando en pagos de US$1,18 y US$1,81 respectivamente, después de las bonificaciones correspondientes.
En el caso de la electricidad, el nuevo precio de referencia será de $57.214 por MWh, aunque el costo real sin subsidios es de $71.411. Los usuarios de altos ingresos, comercios e industrias, que anteriormente pagaban $44.401, ahora pagarán el 80% del costo real de generación. Los usuarios de ingresos bajos (N2) y medios (N3) tendrán bonificaciones hasta un máximo de consumo de 350 kWh y 250 kWh por mes, respectivamente. Estos usuarios pagarán el 28,08% y el 44,06% del valor de referencia, es decir, $16.065 y $25.208 por MWh, manteniendo un subsidio significativo del 71,92% y 55,94% respectivamente.
Para amortiguar estos aumentos, el Ministerio de Economía ha decidido postergar nuevamente la suba de tarifas que correspondía a las empresas distribuidoras y transportadoras de gas y electricidad. El valor final de las boletas de energía incluye no solo el costo de generación o producción de energía, sino también los costos de transporte y distribución, además de los impuestos y tasas aplicables. Esta postergación busca mitigar el impacto económico sobre los usuarios mientras se ajustan gradualmente las tarifas hacia un valor más cercano al costo real de producción y distribución de la energía.