La canciller Diana Mondino generó controversia tras celebrar públicamente el cierre del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidades, que recientemente fue degradado a una subsecretaría. En la red social X, Mondino publicó: “Saluden al Ministerio de Mujeres y Sandwichitos que se fue”, haciendo referencia al cierre del organismo.
Mondino, miembro del partido La Libertad Avanza (LLA), compartió la noticia oficial emitida por la Oficina del Presidente, que anunciaba la eliminación de la cartera. La decisión gubernamental fue justificada argumentando una duplicidad de funciones entre distintas agencias y el alto costo de mantenimiento de la estructura y su personal.
La polémica se profundizó tras la renuncia de Claudia Barcia, titular del ahora extinto ministerio, quien informó que regresaría a su posición en la fiscalía. En una carta oficial, Barcia comunicó: “Ayer, a las 19:57 hs, recibí un llamado de WhatsApp del Secretario de Derechos Humanos Alberto Baños, informándome que la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, que estaba bajo la órbita de la Secretaría de Justicia del Ministerio de Justicia, dejará de existir”.
El gobierno defendió su decisión criticando la gestión anterior del organismo, al cual acusaron de ser un instrumento político-partidario sin impacto real en la reducción de delitos de género. “Este organismo fue creado y utilizado por la administración anterior con fines político-partidarios, para propagar e imponer una agenda ideológica, contratar militantes, y organizar charlas y eventos. Ninguna de sus acciones concluyó en la baja del índice del delito. Por el contrario, el pueblo argentino fue testigo de su sesgo ideológico en la defensa discriminatoria de las víctimas”, señalaron en un comunicado.
Además, el comunicado subrayó la necesidad de una reorganización administrativa para lograr un servicio más eficiente y efectivo, enfatizando que los recursos del Estado no deben ser desperdiciados en estructuras redundantes. “El funcionamiento de esta dependencia implica mantenimiento de edificios, estructuras y más de 800 empleados, con distintos sueldos. Dinero que al Estado argentino no le sobra”, explicaron las autoridades.