Uno de los contratistas que trabajó en el hotel de Villa Gesell que se derrumbó, declaró ante la fiscal que investiga el trágico hecho y hundió al dueño del lugar al brindar un testimonio que puede ser clave para el futuro de la causa.
“Fui notificado de la paralización de la obra en agosto, le dije al dueño y al arquitecto, pero me dijeron que siguiera con la obra: ‘No paremos hasta que venga una orden de arriba'”, dijo ante la fiscal Verónica Zamboni.
El hombre también precisó que de junio a septiembre realizaron cambios de ventanas y puertas. Además, pintaron las habitaciones del piso uno al seis.
“No tocamos nada. El dueño se llama Antonio, venía una vez por semana y después una arquitecta, María Paula, que venía de vez en cuando porque estaba de vacaciones”, aclaró.
Descargo
Uno de los detenidos, Celso Pérez, le dijo a la fiscal que ellos nunca se ocuparon de otras obras más que de las refacciones superficiales.
“Nosotros nunca tocamos una viga ni una columna. Solo colocábamos los premarcos, nos hicieron cambiar puertas de lugar en el baño del departamento dos”, sostuvo.
“Lo último que estábamos haciendo era pintar todos los departamentos, del uno al seis, no teníamos nada que ver con la obra del ascensor”, agregó.
También mencionó que pensó que los balcones “se podían caer” y que en algunas partes “había rajaduras” como también problemas en los revoques. “Los pintores lo tapaban con masilla”, explicó.
“Para mí el edificio trabajó de abajo. Las nuevas aberturas de aluminio eran muy pesadas y capaz eso lo afectó”, declaró. “Nosotros no somos culpables, siempre trabajamos bajo las órdenes del arquitecto y la arquitecta”, remarcó Pérez quien fue el encargado de firmar el acta de la Municipalidad que exigía el cese de la obra en el hotel de Villa Gesell.