En julio de 2020, en pleno auge de la pandemia, Paola Díaz y Santiago Campiantico pasaron a la historia de Santiago del Estero, al protagonizar el primer matrimonio en tiempos de cuarentena.
El evento, que tuvo lugar en el Registro Civil de la Capital, fue un símbolo de esperanza en medio de la incertidumbre, celebrado con una inusual vestimenta rockera y detalles en negro. Con apenas siete invitados, conforme a los estrictos protocolos, la pareja se dio el “sí, quiero” en un momento que, aunque atípico, parecía derrochar felicidad. Sin embargo, el “para siempre” no duró, y tras años de aparente estabilidad, la relación se transformó en un infierno de acusaciones y reclamos.
El amor se derrumbó y todo se expuso en las redes sociales. Paola, a través de una fuerte transmisión en vivo en su cuenta de Facebook y un posteo en el cual lanzó graves acusaciones contra su exmarido, alegando años de maltratos y deslealtades.
FUERTES POSTEOS EN LAS REDES
“Te debería haber dejado que te arregles solo y te mueras, sorete”, escribió en un mensaje que evidenció la ruptura irreversible. La publicación fue acompañada por una foto de Santiago en un estado de vulnerabilidad, sumado a una denuncia explícita de un supuesto robo de celular en un bar local, episodio que, según ella, fue captado en video.
Pero aunque la historia parecía haber llegado a su punto más alto con esa revelación pública, había más. Mucho más. Según denunció Paola, Santiago desapareció sin dejar rastros y, para colmo, se llevó un auto que asegura que es de su propiedad.
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LA POLICÍA BUSCA AL NOVIO ROCKERO
Tras la denuncia, la División Búsqueda de Personas se sumó al caso, rastreando cada pista para dar con el paradero de Campiantico, de 49 años, domiciliado en el barrio Congreso. Con una descripción detallada de sus características físicas –contextura delgada, 1.75 metros de altura, barba canosa tipo candado, ojos verdes y un tatuaje en el antebrazo que reza “Paola”–, las autoridades piden colaboración a la ciudadanía, para ubicarlo.
Aquello que comenzó como una boda emblemática en tiempos de pandemia se ha transformado en un caso policial que mantiene a todos en vilo, incluso a la esposa que si bien dijo que lo único que quiere es recuperar su vehículo, mencionó que no sabe si el hombre se fue o si “le pasó algo”.