Esta madrugada trascendió la noticia de que la cantante, compositora y actriz francesa Françoise Hardy, una de las figuras claves de la música yéyé de los años 60, falleció este 11 de junio a sus 80 años en París. La noticia fue confirmada por su hijo, el cantante Thomas Dutronc, aunque se desconocen las causas de su fallecimiento.
Hardy, conocida por su particular voz y sus letras introspectivas, deja un legado de más de cinco décadas durante las cuales publicó más de 30 álbumes de estudio y cosechó éxitos en todo el mundo como una de las figuras claves del pop francés.
Musa y pionera
Nacida en París en 1944, Hardy comenzó su carrera como modelo a finales de los años 50. Sin embargo, su incursión en la música llegó poco después, con la publicación de su single debut “Tous les garçons et les filles” en 1961.
La canción la catapultó a la fama y la convirtió en una de las figuras más populares del movimiento yéyé, una versión francesa del rock and roll que arrasó en Europa a principios de la década de 1960, mientras los Beatles hacían historia.
Como si fuera poco, en esa época Hardy también se convirtió en un icono de la moda y la cultura pop. Sus canciones, que exploraban temas como el amor, la soledad y la introspección, marcaron de forma especial a toda una generación joven que se identificaba con su sensibilidad poética.
A lo largo de su carrera, la artista colaboró con algunos de los músicos y compositores más importantes de su época como Serge Gainsbourg, Michel Berger y Jacques Dutronc, con quien se casó en 1981. Su discografía incluye éxitos como “Et si je m’en vais avant toi”, “Mon amie la rose”, “All Through the Night” y “Chanson d’automne”.
Hardy luchó contra el cáncer durante gran parte de su vida, y en 2016 entró en coma tras una grave complicación. A pesar de su delicado estado de salud, continuó grabando música y realizando giras hasta hace pocos años.
En 2022 declaró en la cadena RTL (vía El País): “Después de mis 45 radioterapias, la ausencia definitiva de saliva y la falta de irrigación del cráneo y de toda la zona otorrinolaringológica han hecho de mi vida una pesadilla”.
En diciembre pasado, publicó una carta abierta al presidente Emmanuel Macron en la que le decía: “Usted sabe que una gran mayoría de las personas desea la legalidad de la eutanasia. Contamos todos con su empatía y esperamos que permita detener su sufrimiento a los franceses muy enfermos y sin esperanza de mejorar, cuando saben que ya no hay alivio posible”. Con la disolución de la Asamblea Nacional, el tratamiento de la ley se truncó.
