Andrés Bracamonte, alias “Pillín” fue asesinado luego de ver un partido de Rosario Central este sábado por la noche. El líder de la barra “canalla” recibió 10 balazos mientras regresaba a su casa.
Tenía 53 años y se había convertido en una controversial figura dentro de la ciudad más temida del país: Rosario. En La Nación, lo entrevistaron hace 20 días y revelaron una fuerte advertencia.
El periodista que lo entrevistó asegura que se quería jubilar, pero su “empleo” poco convencional no se lo permitía. Llevaba 30 años como jefe de la barra de Rosario Central, una hegemonía que le costó la vida.
Dos días antes, el domingo 20 de octubre apareció en la tribuna donde se ubica la barra una bandera en honor a Samuel Medina, conocido como Samu, el yerno de Ariel “Guille” Cantero. Había sido asesinado el 1° de octubre en la zona norte, después de un partido de Central contra Vélez en el Gigante de Arroyito.
“Yo autoricé que pusieran la bandera, porque me lo pidieron, pero se zarparon al tirar las bombas. Terminó el partido y tuve que dar unos correctivos”, le dijo a La Nación. El texto de la bandera decía, en letras grandes, “no respetamos a nadie”. También tenía el dibujo de un mono con la leyenda “Siempre mono nunca sapo”.
Bracamonte no solo lideró la barra de Rosario Central, sino decenas de negocios oscuros, aunque él aseguraba que nunca vendió droga. Por eso estuvo dos veces en la cárcel desde 2020. Una causa por lavado de dinero lo llevó al “peor lugar del mundo”.
“Si me matan la ciudad se incendia”, fue la advertencia del jefe de la barra. Y como una suerte de premonición también reflexionó: “En Rosario todos se creen Pablo Escobar y están todos presos o en el cementerio”.