Incorporar más actividad física a tu rutina diaria podría ser la clave para extender tu esperanza de vida hasta una década, según un reciente estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine. La investigación, liderada por expertos australianos, reveló que alcanzar altos niveles de ejercicio puede ofrecer beneficios significativamente mayores de lo que se pensaba.
El impacto del ejercicio en la longevidad
El estudio analizó datos de actividad física en adultos mayores de 40 años obtenidos de rastreadores de actividad y correlacionó esta información con registros de mortalidad en Estados Unidos. Los hallazgos mostraron que quienes se ubicaban en el 25% superior en niveles de actividad física diaria, con un equivalente a 2 horas y 40 minutos de caminata a un ritmo moderado, podrían ganar cinco años adicionales de vida, aumentando la esperanza promedio de 78.6 a casi 84 años.
Para quienes tienen niveles más bajos de actividad, el beneficio es aún mayor: alcanzar este nivel podría sumar hasta 11 años más de vida.
Un esfuerzo pequeño, una gran recompensa
El equipo dirigido por Lennert Veerman, profesor de salud pública en la Universidad Griffith (Australia), destacó que incluso pequeños incrementos en la actividad diaria tienen un impacto notable. Por ejemplo, cada hora adicional de caminata diaria podría traducirse en seis horas más de esperanza de vida.
No obstante, Veerman señaló que el estudio establece una correlación y no una causalidad directa, lo que significa que aunque la actividad física se asocia con una mayor longevidad, pueden influir otros factores.
Cómo fomentar una vida más activa
Los investigadores sugieren que la clave para promover la actividad física está en las políticas públicas y el diseño urbano. Espacios verdes, vecindarios transitables y opciones de transporte activo pueden motivar a las personas a moverse más.
Además, destacan que no es necesario realizar actividades intensas; caminar a un ritmo moderado es suficiente para obtener beneficios.
Un cambio que puede transformar tu vida
Incorporar ejercicio a la rutina no solo es accesible, sino que también podría cambiar drásticamente tu salud y bienestar a largo plazo. Este estudio refuerza la importancia de pequeños cambios diarios que pueden tener un impacto significativo en tu calidad de vida.