Una pareja de jubilados del barrio Centenario sufrió una estafa virtual que les costó más de $3.000.000, en un caso que evidencia el crecimiento de delitos tecnológicos en la región. Esther Cristina Larcher, abogada y jubilada, junto a su esposo Jorge López, compartieron su experiencia con El Liberal, detallando el engaño que comenzó con una falsa promoción de TV por cable publicada en Facebook.
La trampa
El 5 de diciembre, Jorge vio una publicación que ofrecía una supuesta rebaja en un servicio de TV. Al comunicarse al número proporcionado, fue atendido por un hombre con tonada cordobesa, quien les solicitó cumplir una serie de requisitos para acceder a la promoción. Entre ellos, les pidió instalar una aplicación llamada QuickSupport, que permitió al estafador acceder remotamente al celular de la víctima.
Lo que parecía una oportunidad de ahorro rápidamente se transformó en una pesadilla. En pocas horas, el delincuente vació dos cuentas bancarias en el Banco Nación, retirando $280.000 y $30.000. Además, solicitó un préstamo de $2.700.000, del cual logró extraer $2.000.000 antes de que los jubilados bloquearan el acceso.
La magnitud del daño
“Nos dimos cuenta al día siguiente de la magnitud de la estafa. No tenemos nada de dinero y estamos desesperados. Ya hemos ofrecido pruebas al banco para demostrar que no solicitamos el préstamo”, expresó Esther Cristina Larcher, visiblemente angustiada.
La pareja presentó una denuncia ante la División de Delitos Económicos. La fiscal Belkis Alderete lidera la investigación, mientras los expertos trabajan en rastrear el recorrido del dinero.
Avances en la investigación
A pesar de la sofisticación del delito, los investigadores confían en que el trayecto del dinero deje rastros suficientes para identificar al estafador. Según señalaron, cada transacción realizada en el sistema financiero genera huellas que podrían conducir al responsable.
El caso subraya la importancia de extremar las precauciones frente a ofertas online y recordar que los bancos y empresas legítimas nunca solicitan accesos remotos a dispositivos personales. Mientras tanto, los jubilados esperan justicia y soluciones para mitigar el daño financiero y emocional que han sufrido.