“Quédate tranquilo, ‘Pichi’ ya habló con el Juez, está todo arreglado”

La banda delictiva que causó consternación en la provincia al irrumpir en un campo y bajo amenazas con armas de fuego, intentar desalojar de forma ilegal a los propietarios, ya habían cometido otras maniobras idénticas en otras zonas de la provincia, donde el denominador común era la violencia con la que actuaban.

En una entrevista exclusiva con Info del Estero, Gabriel Taralli, el peón de un campo en el departamento Aguirre, que fue amenazado de muerte por la banda liderada por Quinteros (detenido hace una semana), contó el calvario que vivió hace poco más de un año, cuando fue atacado por el mismo acusado.

En ese momento Quinteros y un grupo de hombres armados irrumpieron en el campo que Taralli cuidaba, y en esa ocasión se vivieron momentos de terror en el que tanto el damnificado como su familia, temieron por su vida.

“A ese campo lo conozco porque acompañé a su dueño, Zerda, desde que lo compró hace 6 o 7 años. Ayudé en la limpieza, manejo de máquinas rurales, alambrado, etc. cosas de campo”, inició su testimonio Taralli. El damnificado precisó que “hace 3 años aproximadamente que vivía ahí con mi mujer y mi hija”.

Violencia y humillación

“Una tarde, en el mes de noviembre, hacía fines de mes, el 24 creo, entre las 3 o 4 de la tarde veo que por el lado sur del campo ingresan un camión y dos camionetas. Le digo a un ayudante que vaya a ver en la moto y ni bien estaba llegando le comienzan a disparar y veo que cae la moto”, comenzó relatando.

“Yo pienso que lo han matado porque lo veo caer muy feo. Yo hasta eso había subido a la camioneta junto a otro peón y al llegar nos empiezan a disparar mientras decían ‘Alto policía, alto policía’”, recordó.

“Yo creía que eran policías porque me cruzan una camioneta y se baja una persona canosa de ojos azules con una escopeta y me empieza a apuntar. Me pone de rodillas y me efectúa un disparo a la altura de la oreja y se levanta la polvareda al metro delante de mí”, aseguró aún con angustia por el recuerdo.

“Ahí me empiezan a pegar patadas, culatazos, me obligan a desnudar y yo les pedía que no le hagan nada a mí mujer y mi hija. Me suben a la caja de la camioneta y me ponen un cuchillo en el cuello. Al llegar a la casita la escucho llorar a mi mujer y mi hija. Yo les pedía que no les hagan nada. Ellos efectuaban disparos al aire”.

“Nos atan y nos llevan a todos en la caja de la camioneta. Ahí escucho que ese Quinteros creo se llamaba, del que mandaba, el que me apuntó con la escopeta y disparó habla por teléfono y le dice ‘Andrés ya está hecho, ya te paso los vídeos’”.

“Ese Andrés es Cadamuro, yo lo conozco al cordobés, el novio de la Flavia, le contesta: ‘Quédate tranquilo que ‘Pichi’ ya habló con el juez, está todo arreglado’”.

“Nos llevan hasta la tranquera y me dice ese Quinteros, vos sigues vivo porque Andrés Cadamuro te aprecia, pero decile a Zerda que lo vamos a matar a él y sus hijos.”

“Nos sacan del campo y nos dejan afuera atados y desnudos. Nos desatamos como pudimos y yo voy a hacer la denuncia”.

“Hasta ahora no me llamaron de Fiscalía ni de ningún lado. No pude ver los videos porque me produce una rara sensación, no puedo. Esa gente es muy peligrosa. Ya entraron en varios campos de la zona”, cerró Taralli, quien aún espera que su denuncia avance en el proceso judicial.