Tras 85 años, Dánica cierra su fábrica en Llavallol y deja a 150 familias en la calle

El 1° de enero de 2025 marcará el cierre definitivo de una de las plantas más emblemáticas de la industria alimentaria argentina: la fábrica de margarina Dánica, ubicada en Llavallol. Tras 85 años de historia, esta decisión deja un profundo impacto en la comunidad local y en 150 familias que pierden su fuente de trabajo.

El Grupo Beltrán, propietario de la marca, inició en diciembre un proceso de vacaciones obligatorias como antesala al cierre, ofreciendo indemnizaciones del 50 %. Esta medida generó incertidumbre y malestar entre los trabajadores, muchos de los cuales tienen décadas de antigüedad en la planta.

Denuncias de vaciamiento

El Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Aceite (SOEIA) denunció un proceso de vaciamiento previo al cierre, señalando que Dorada S.A., empresa responsable de la planta, trasladó parte de la producción a Córdoba, dejando a la fábrica de Llavallol en una situación crítica.

Impacto en la industria y el empleo

El cierre de esta planta no solo significa el fin de un ciclo productivo para una marca tradicional como Dánica Dorada, sino también un golpe a la industria alimentaria en un contexto de caída del consumo y políticas económicas que afectan a las empresas nacionales.

Los despidos incluyen 100 trabajadores bajo el convenio de aceiteros y 50 contratados, evidenciando el impacto humano de una decisión empresarial que precariza aún más el panorama laboral del país.

Una pérdida para la comunidad

El cese de actividades de esta histórica fábrica representa más que el cierre de una empresa: simboliza la pérdida de un espacio de trabajo y desarrollo económico para la comunidad de Llavallol. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de políticas que protejan la industria nacional y garanticen condiciones laborales dignas. El cierre de Dánica deja una marca imborrable, no solo en sus trabajadores, sino también en la historia de la industria alimentaria argentina.