Después que el Gobierno anunciara la desregulación del servicio de correos el 10 de noviembre pasado, los problemas por atrasos en la entrega de productos comenzaron a acumularse, con especial énfasis en aquellos clientes que utilizaron la posibilidad de importar productos desde el exterior y que eligieron el servicio del Correo Argentino.
La lista de reclamos es amplia, desde usuarios que tienen problemas para loguearse en la aplicación del Correo para envíos internacionales; dificultades para seguir la deriva del producto adquirido en el exterior; demoras insólitas de hasta tres meses para entregar un paquete y carteros que hacen una pasada de compromiso, sólo para dejar una nota, explicándole al usuario que deberá dirigirse a alguna de las sucursales del Correo Argentino para encontrarse con el producto que compró y por el que pagó todos los impuestos y cargas necesarias.
Si bien el Gobierno nacional implementó desde comienzos de mes la posibilidad de ampliar el límite de compras por correo en el exterior y dispuso que hasta los 400 dólares los productos no paguen aranceles de importación, las encomiendas que llegan desde otros países se acumulan en los centros de distribución del Correo para indignación de los consumidores argentinos que, hartos de pagar precios exorbitantes en la Argentina por productos que en el exterior se consiguen a mejor cotización, observan problemas de funcionamiento que en algunas cuestiones provienen desde hace meses.
El boom de las compras online puerta a puerta no hace más que crecer día tras día desde que el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, anunció cambios por los que, en cada envío, se podrán comprar hasta u$s3.000, y los aranceles se comenzarán a pagar desde los u$s400. Según información oficial, con los cambios la carga tributaria pasará del 67% al 21%, dado que se seguirá cobrando el IVA sobre los productos importados.
Hasta el anuncio formal, la maquinaria funciona, especialmente cuando las compras se realizan a través de una empresa courier (como DHL, FedEx, UPS, etc). Sin embargo, cuando logística dentro del país se canaliza a través del Correo Argentino, surgen los problemas:
-
Problemas para acceder al portal del Correo Argentino
Ahora bien, como se señaló anteriormente, no siempre funciona correctamente el portal. En particular, si el usuario ya registrado pretende loguearse en el apartado de “envíos internacionales”. En las redes proliferan las quejas por el mal funcionamiento del sitio, que directamente no permite acceder para “trackear” la ubicación del producto comprado en alguna página del exterior, como AliExpress.
-
El “trackeo”, otro dolor de cabeza
Vinculado con este tema, por más que un usuario haya podido loguearse correctamente, es probable que luego se encuentre con que el sistema de tracking, para hacer el seguimiento del producto (es decir, si llegó al aeropuerto local o si ya está en el centro de distribución), no muestre las actualizaciones en tiempo real. Esto dificulta al consumidor saber cuándo contará con el producto comprado afuera.
-
Larguísimas demoras
A esto se suma que los tiempos de espera, en caso de que el producto efectivamente llegue a manos del comprador, pueden ser “eternos” frente a los que que manejan los courier. En este último caso, es posible recibir la compra en la puerta de casa en 48 a 72 horas (incluso, pueden ser más bajos si se paga una tarifa especial). Como contrapartida, las compras canalizadas a través del Correo Argentino pueden demorar más de 2 meses.
-
Los productos no siempre llegan a la puerta de casa
Una vez que se realizó el pago del envío del producto, la AFIP-Aduana determinará si el envío podrá ser entregado en el domicilio o, si bien, hay que retirarlo en una sucursal de Correo Argentino que tenga control aduanero.