En la calurosa tarde del viernes 21 de diciembre, un grupo de voluntarias del Convento La Merced de Santiago del Estero se reunió en el frente de la iglesia, ubicada en la esquina de 24 de Septiembre y Urquiza, para dar un ejemplo de solidaridad y empatía hacia quienes más lo necesitan.
Con manos dispuestas y corazones generosos, las voluntarias prepararon y distribuyeron 80 viandas, acompañadas de ropa y pan dulce, llevando un mensaje de amor y esperanza en vísperas de la Navidad. Este gesto solidario no solo brindó alimento, sino que también transmitió consuelo a personas en situación de vulnerabilidad.
Desde el convento, resaltaron la importancia de la ayuda comunitaria: “Bendita Madre que siempre envías ayuda para seguir dando pan al que pide. Gracias a cada persona que se acerca, pregunta qué necesitamos o acude en nuestra ayuda”.
La actividad no solo llenó estómagos, sino también almas, recordando el verdadero espíritu navideño: dar sin esperar nada a cambio. Las voluntarias destacaron que cada gesto de apoyo, por más pequeño que parezca, suma para continuar con esta misión.
Al finalizar la jornada, las bendiciones fueron dirigidas a quienes recibieron la ayuda y a todas las personas que hacen posible esta obra solidaria. “Bendiciones para todos los que asisten y sus familias”, expresaron con gratitud.