Echarse panza arriba en el sillón no solo trae dolor de espalda, también osteoporosis
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El sedentarismo es una de las principales preocupaciones de salud pública a nivel global. En Argentina, el 31% de los adultos y el 80% de los adolescentes no cumplen con los niveles recomendados de actividad física, lo que genera consecuencias graves a largo plazo. La falta de ejercicio físico no solo está asociada al aumento de peso, sino también a problemas musculares como dolor lumbar y, con el tiempo, a enfermedades como la osteoporosis.

El impacto del sedentarismo en la salud metabólica es alarmante, ya que se asocia con la elevación de la presión arterial y los niveles de glucosa en sangre, factores que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la actividad física como cualquier movimiento corporal que requiera consumir energía, lo que incluye desde desplazamientos hasta actividades recreativas.

Es importante resaltar que la actividad física regular tiene múltiples beneficios para la salud, tanto física como mental. En los adultos, contribuye a prevenir enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares, y mejora el bienestar general, reduciendo los síntomas de la depresión y la ansiedad. En los niños y adolescentes, promueve el desarrollo saludable de los huesos, músculos y el sistema motor.

CÓMO HACERLE FRENTE AL SEDENTARISMO

Para combatir el sedentarismo, se recomienda comenzar con pequeñas dosis de ejercicio. Según expertos, iniciar con 10 minutos al día de actividad física, e ir aumentando gradualmente el tiempo, puede marcar la diferencia. Es fundamental que este esfuerzo se convierta en una rutina para mantener sus beneficios a largo plazo.

El costo de no abordar el sedentarismo es elevado. Se estima que, entre 2020 y 2030, los sistemas de salud públicos deberán afrontar un gasto de alrededor de 300.000 millones de dólares debido a las complicaciones relacionadas con la falta de actividad física.