Una página de Facebook fue creada recientemente para visibilizar el caso de Valeria Cisneros, la mujer de 41 años acusada de asesinar a su expareja Mario Sebastián “Bebe” Herrera en un contexto de violencia de género. La campaña busca apoyo social para exigir su liberación y plantea que el hecho fue un acto de legítima defensa.
En el sitio, los organizadores explican: “Vanesa se encontraba en una relación donde mediaba la violencia de género. En situaciones de peligrosidad, es nuestra vida o la del agresor. Defendernos no puede ser una condena. ¿Nos quieren muertas o vivas, pero presas?”.
El texto subraya que Herrera sometió a Cisneros a años de violencia sistemática, tanto física como psicológica, e incluso contra su familia. Según los argumentos de la campaña, el día del incidente, Herrera llegó armado con la intención de agredirla, y Cisneros utilizó el arma como única forma de defensa ante el inminente peligro.
El caso y los hechos
El 30 de diciembre de 2024, Valeria Cisneros fue detenida tras disparar con un revólver calibre 22 a Mario Sebastián Herrera en su vivienda del barrio 25 de Mayo, en La Banda, Santiago del Estero. Según la Policía y la Fiscalía, el hecho ocurrió alrededor de las 13:15 tras una discusión. El disparo causó la muerte inmediata de Herrera en el lugar.
Durante su declaración, Cisneros negó haber actuado con intención de matar y afirmó que su accionar fue una respuesta desesperada ante una situación extrema de violencia. “Ese día él fue directamente a matarme, como siempre”, expresó la acusada. Ante preguntas de la Fiscalía, Cisneros prefirió no ampliar sus declaraciones.
El caso ha generado un fuerte debate sobre la violencia de género y la forma en que se aborda la legítima defensa en situaciones de abuso.
Reclamo de justicia y apoyo social
Con la consigna #LibertadParaVale la campaña en redes sociales busca llamar la atención sobre lo que consideran una injusticia hacia Cisneros. En su mensaje, enfatizan que la violencia de género es un problema complejo que exige un abordaje crítico y empático. “Ella actuó sin duda alguna en legítima defensa. Es hora de cambiar la narrativa y exigir justicia para todas las víctimas”, señalan.
El caso de Cisneros ha comenzado a resonar en sectores sociales y feministas que cuestionan si el sistema judicial contempla adecuadamente las situaciones extremas en las que muchas mujeres se ven obligadas a defenderse de agresores violentos.
