La séptima jornada del Festival de Jesús María, provincia de Córdoba tuvo a los santiagueños como protagonistas en el escenario. Se vendieron más de 16 mil entradas en una noche en la que brillaron Los Manseros y Los Carabajal.
Flor Paz salió a escena a las 21.30 con la energía que la caracteriza y el legado de su padre, Onofre y el de su tío Martín. Su voz fue como un soplo de aire fresco, y desde las tribunas celebraron cada canción con fuertes aplausos.
El show estuvo acompañado de una gran escenografía y visuales que mostraban escenas de sus videoclips. La joven invitó al baile en más de una ocasión y le cantó a su tierra con profundo sentimiento.
Minutos despúes, cuando los jinetes y payadores finalizaron con la doma, llegó el turno de Los Carabajal. Kali, Musha, Walter y Blas Sansierra hicieron resonar sus voces junto a sus guitarras. El grupo es infaltable en este festival, y su presencia garantiza autenticidad y una conexión directa con las raíces y la tradición cordobesa-santiagueña.
Tanto Musha como Kali valoraron la constante presencia de su música en Jesús María desde las primeras ediciones del festival. Además, destacaron el carácter popular de la celebración y alzaron su voz por la reivindicación latinoamericana de la música.
Todos los presentes estuvieron atentos a la salida de Los Manseros Santiagueños, cuando Onofre Paz, Alito Toledo y Hugo Reynoso se ubicaron en el medio del escenario. Al principio de su concierto hubo problemas de sonido y los presentadores interrumpieron la primera canción para corregir el desperfecto.
Tras varios minutos de arenga y aplausos a los integrantes, se pudo continuar. “Soy Onofre Paz, fundador de Los Manseros. A pesar de los inconvenientes, gracias por los aplausos y por el recibimiento”, expresó.
“Este festival cumple 59 años y Los Manseros está celebrando los 65″, exclamó Toledo, al final de una gran versión de Canto a monte quemado.
Sin dudas, el momento más emotivo de la séptima jornada del festival, fue la interpretación de Eterno Amor, en homenaje su compositor Martín Paz. Para la sentida interpretación, invitaron a Flor Paz, quien había brillado en el mismo escenario horas antes y mientras la imagen de Martín llenaba las pantallas, Onofre no pudo contener las lágrimas. La emoción a flor de piel invadió a quienes siguen a la familia Mansera desde hace años.
Luego recibieron el premio Latido de la noche y fueron reconocidos por Juan López, el presidente de la comisión organizadora del festival, quien les entregó ponchos de regalo.
Se despidieron a pura chacarera y baile, cantando clásicos como Entra a mi pago sin golpear, Chacarera del rancho y Puente carretero.
Para este viernes, se espera una jornada histórica con el cuarteto de Q’ Lokura y el folklore del Chaqueño Palavecino.
Fuente: Cadena 3.