Difícilmente los dirigentes y por sobre todo los residentes de los clubes sean noticia en las “buenas”, cuando hay logros, cuando se corona con un objetivo. Tal vez, si, cuando baja la espuma, cuando los diarios sacaron el poster del campeón con la formación del equipo en el clásico “parados e hincados” y los nombres e derecha a izquierda a pie de página, después de que los medios hayan exprimido al mango al ídolo, a la figura de la final, luego de contar historias emotivas, de superación de como de niño se perdió cumpleaños y un montón de cosas por entrenar. Tal vez, ahí, puede que surja una nota al Presidente, pero tampoco hay garantías de eso.
Santiago del Estero aun vibra con el logro nacional de Central Córdoba, la institución más popular y ganadora de la provincia, y la Copa Axion Argentina 2024 que ya está en las vitrinas ferroviarias. Santiago del Estero aun, tal vez, no cae que Central Córdoba jugara la Copa Libertadores 2025, esa competencia mítica, la copa que es la obsesión de Boca, por la que River gasto millones de dólares teniendo garantizada la final en Núñez y se quedó en el camino, la que más ganó Independiente y que le valió el apodo de “Rey de Copas”, la que tuvo noches épicas en los 60 del siglo pasado con Estudiantes de La Plata, esa misma que cruzaron en un duelo para toda la eternidad en 2018 a los dos más grandes del país.
Y detrás de todo este momento de frenesí, de adrenalina, de contar los días por parte de los hinchas ferroviarios hubo y hay un armado, una planificación, una idea y un convencimiento que seguramente tuvo momentos de dudas, de incertidumbre y de recalcular porque antes que nada estamos hablando de futbol, de un deporte que muchas veces es caprichoso, que cada tanto da sorpresas y que por un centímetro, que pegue en el palo y entre, o que pegue en el palo y salga, puede sellar la suerte y el estado de animo de cientos de miles de personas.
CENTRAL CÓRDOBA Y SU OBRA MEJOR EJECUTADA
El título de Central Córdoba, que bien podríamos catalogarlo como una “obra” tuvo, y tiene muchas personas involucradas. El estado santiagueño aportando y apostando a que el deporte sea una política de estado, los jugadores, esos que salen en el poster, el cuerpo técnico que fue llamado cuando la mano venía complicada y aplicó mucho de sentido común: el inodoro en el baño, el sillón en el living y la heladera en la cocina. El DT y sus ayudantes también suelen tener un lugar en el afiche, ese que después adorna la habitación, la oficina, el taller mecánico, la carpeta de la secundaria o la sacristía de la iglesia.
Pero esta obra tiene y necesitó de un ingeniero. Gente especial, particular, obsesivos y meticulosos los ingenieros. Son capaces de rehacer de cero todo si algo no va, si el cálculo fue mal hecho o si ya avisaron que el resultado final será mal. El ingeniero de esta obra que fue la obtención de la Copa Argentina y la clasificación a la Copa Libertadores de este año es José “Pepe” Alfano, el Presidente del Club Atlético Central Córdoba, Asociación Civil.
Alfano, hombre de extrema confianza del gobernador Zamora, en quien confía una de las áreas de gobierno más sensibles de la gestión como es Vialidad Provincial, es un cultor del perfil bajo, de pocas pero concretas y precisas declaraciones, tanto en su condición de funcionario público como la de mandamás del ferroviario. Si uno se toma el trabajo de poner su nombre en el buscador de Google no serán muchas las entrevistas que salten, más bien pocas y espaciadas. Hombre de pocas palabras, pero de mucho trabajo y acción, que demostró que cuando fue necesario un volantazo y un giro de 180 grados en el club del barrio oeste no dudo en hacerlo.
Semanas atrás Alfano fue reelegido como Presidente de Central Córdoba. En la nueva comisión varias caras nuevas y muchas otras que siguen. Estos días son donde se ve la mano y el trabajo del directivo, cuando se producen las altas y bajas, cuando hay que renegociar contratos, cuando hay que sentarse con los sponsors a hablar en otro idioma y pelear en moneda extranjera, que se competirá bajo la órbita de CONMEBOL con premios en dólares.
La “obra” de esta año tendrá a la parcialidad ferroviaria en estado éxtasis, llegando a niveles del paroxismo, pero ahí estará en ingeniero, sabiendo que lo de la Libertadores durará lo que deba durar, la primera fase, inscribir el nombre de Central en la historia, y si por caso se abren ventanas y eso genera una clasificación a la fase eliminatoria, pues bienvenido sea. Pero Alfano, como buen ingeniero y además dirigente, sabe que el árbol no debe tapar el bosque, aquí el árbol será la copa y el bosque el torneo de la liga profesional, ese que engrosa o pone flaco el promedio, en un año en el que seguramente volverán los descensos.
“Pepe” Alfano empieza a transitar una nueva gestión al frente de Central Córdoba. La anterior la cerró bordando con hilos dorados la primera estrella nacional de primera para su club. Esta nueva lo tendrá como el presidente de la Libertadores. Su nombre ya está en la historia grande junto a de los enormes dirigentes que tuvo el club del oeste como Alfredo Terrera y Guillermo Alegre. El ingeniero de la obra, ese de perfil bajo, el que no sale en el poster, el que muchas veces es la primera descarga de insultos y reproches de los hinchas cuando la mano viene un poco complicada, ese ingeniero está trabajando.