El Vaticano difundió este viernes un nuevo parte médico sobre la salud del Papa Francisco, quien fue internado en la Policlínica Agostino Gemelli de Roma debido a una bronquitis que lo afecta desde hace varios días.
Según informó el vocero de la Santa Sede, Matteo Bruni, el pontífice de 88 años inició un tratamiento con antibióticos debido a una fiebre leve. “Francisco está sereno, de buen humor y ha leído algunos periódicos”, aseguró Bruni, llevando tranquilidad a los fieles.
Los primeros exámenes médicos confirmaron una infección en las vías respiratorias, lo que obligó a modificar su agenda. Como consecuencia de su hospitalización, se canceló una audiencia prevista para este sábado y un encuentro con artistas programado para el lunes. Además, un cardenal será el encargado de presidir la misa dominical en su reemplazo.
Un pontificado marcado por la salud
Desde su juventud, el Papa Francisco ha enfrentado diversos problemas de salud, incluida la ablación parcial de un pulmón. En los últimos años, ha padecido dolores en la rodilla y la cadera, inflamación del colon y dificultades respiratorias, lo que ha derivado en su uso frecuente de silla de ruedas y bastón.
En junio de 2023, fue sometido a una cirugía de hernia abdominal, lo que requirió anestesia general. Más recientemente, en diciembre, una bronquitis le impidió asistir a la cumbre climática COP28 en Dubái.
Pese a estos problemas de salud, el Papa ha mantenido una intensa agenda de audiencias y viajes internacionales. Incluso en septiembre pasado llevó a cabo el viaje más largo de su pontificado, con un recorrido de 12 días por Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental, Indonesia y Singapur.
A pesar de las especulaciones sobre una posible renuncia, Francisco ha dejado en claro que, por el momento, continuará con su misión al frente de la Iglesia Católica.
