Fernando Albareda, militante de la agrupación HIJOS fue detenido por el presunto homicidio de Susana Montoya, su madre. Albareda había denunciado amenazas días antes del fallecimiento de la viuda de Ricardo Fermín Albareda.
El militante de HIJOS había declarado que encontró a su madre fallecida en el patio de la casa que compartían. Previo a eso había denunciado amenazas por parte de terceros debido a un dinero que iban a cobrar.
La suma millonaria ascendía a 74 millones de pesos en calidad de reparación por delitos de lesa humanidad. El dinero correspondía a los salarios caídos del policía desaparecido durante la última dictadura militar.
Los beneficiarios de este pago eran la viuda y Fernando Albareda luego del reclamo de restitución del legajo. Es por eso que su detención marca un sorpresivo giro en la causa que mantuvo en vilo a los organismos de Derechos Humanos.
El militante de HIJOS fue detenido en la vía pública
Una fuente cercana a la investigación aseguró que Albareda no opuso resistencia. “Cuando le dijeron que tenían una orden de detención en su contra se entregó mansamente como quien estaba esperando que le llegara la hora”, habría expresado.
Para el fiscal que sigue el caso, Juan Pablo Klinger, las pruebas son contundentes. Al militante de la agupación HIJOS lo incrimina la autopsia, los registros telefónicos, las imágenes tomadas por cámaras de video e incluso un informe tipográfico.
“El informe técnico del Área de Grafocrítica de Policía Judicial ha podido establecer preliminarmente que los manuscritos obrantes en la pared de la casa de la víctima presentan grafocinetismos afines con algunos de los grafismos de los anónimos analizados con motivo de las Amenazas denunciadas el 8 de diciembre del año 2023 por el imputado, presentando ambas características similares a las de Fernando Armando Albareda”, explicaron desde la fiscalía.
Susana Montoya, de 74 años, fue asesinada en su casa de barrio Ampliación Poeta Lugones entre el jueves por la noche y la mañana del viernes. La autopsia concluyó que sufrió traumatismo de cráneo y asfixia mecánica por estrangulamiento.
La mujer era viuda de un exsubcomisario de la Policía de Córdoba que fue secuestrado y desaparecido durante la última dictadura militar argentina, Ricardo Fermín Albareda. Por la desaparición del militante fue condenado el genocida Luciano Benjamín Menéndez.
Su hijo Fernando se desempeñaba como militante de HIJOS y fue funcionario de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Fue quien denunció su fallecimiento.