El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado duras acusaciones contra el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sugiriendo que ha sido influenciado por la “maquinaria de desinformación rusa”.
Según Trump, Zelenski ha llevado a Estados Unidos a invertir 350.000 millones de dólares en una guerra que, según él, nunca debería haber comenzado ni se puede ganar sin su intervención.
Desde 2022, la ayuda estadounidense a Ucrania asciende a 114.200 millones de dólares, según el instituto económico IfW Kiel. Trump también ha criticado la ausencia de elecciones en Ucrania desde la invasión rusa en febrero de 2022, afirmando que Zelenski “está muy bajo en las encuestas” y ha manejado mal la ayuda recibida, de la cual la mitad supuestamente “ha desaparecido”.
Simultáneamente, Keith Kellogg, representante especial de la Casa Blanca para la guerra en Ucrania, visitó Kiev donde se reunió con Andrí Yermak, jefe de la oficina presidencial ucraniana, para obtener una perspectiva directa de la situación en el frente.
En otro desarrollo, Vladimir Putin expresó la necesidad de reforzar la confianza con Estados Unidos para resolver el conflicto en Ucrania. Esto se produjo tras las “conversaciones positivas” entre los diplomáticos rusos y estadounidenses en Arabia Saudita. Putin afirmó que sin un aumento en el nivel de confianza, sería imposible abordar problemas como la crisis ucraniana, y se mostró favorable a una posible reunión con Trump.
Las conversaciones entre Moscú y Washington han sentado las bases para restablecer relaciones y crear un “mecanismo de consulta” para gestionar sus disputas, incluyendo el nombramiento de negociadores específicos para Ucrania.
