
Sebastián Domínguez dejó de ser el entrenador de Vélez Sarsfield este domingo tras la derrota frente a Huracán en el Amalfitani. El DT presentó la renuncia tras ocho fechas sin poder ganar ni siquiera un partido al mando del último campeón del fútbol argentino.
Solamente obtuvo un triunfo por la Copa Argentina frente a Midland por 1 a 0, el único gol de la temporada del conjunto de Liniers.
Domínguez le comunicó su decisión a los jugadores en el vestuario del estadio José Amalfitani y no tomó contacto con los periodistas que lo esperaban en la conferencia de prensa. Así, se despidió del cargo después de nueve partidos: un triunfo (Copa Argentina), dos empates y seis derrotas.
La continuidad de Domínguez ya se había puesto en duda después de la derrota frente a Godoy Cruz también en Liniers, pero el entrenador dijo tener fuerzas para continuar y el presidente Fabián Berlanga también lo respaldó.
En ese momento, Domínguez destacó el apoyo del público, algo que hoy estuvo lejos de pasar: la gente comenzó con el tradicional “movete, Vélez, movete” y fue subiendo la temperatura con los goles de Huracán y las expulsiones.
El “que se vayan todos” sonó fuerte en el Amalfitani, también se cantó contra la dirigencia y luego del partido, los simpatizantes pidieron que se vaya Domínguez ya dentro de las instalaciones del club.
Apenas un par de meses pasaron desde la victoria de Vélez justamente ante Huracán para conseguir el título en la Liga Profesional. Esa fue, también curiosamente, la última vez que el Fortín hizo un gol por el torneo local.
Se fue Quinteros a Gremio, también jugadores importantes como Claudio Aquino y Valentín Gómez y en un abrir y cerrar de ojos, pasó de la euforia a este presente que lo encuentra como el peor equipo de la Liga Profesional.