
El Vaticano informó este martes que no se registraron cambios significativos en el estado de salud del Papa Francisco. La condición clínica del Pontífice permanece estable, según indicó el director de la Oficina de Prensa, Matteo Bruni.
Francisco, de 87 años, padece una neumonía bilateral, que muestra una disminución progresiva. A pesar de esto, los análisis recientes no arrojaron resultados particulares que modifiquen el tratamiento actual. Bruni precisó que el Papa continúa recibiendo oxígeno con flujo alto durante la noche y en momentos específicos del día, a través de una mascarilla con bolsa reservorio. El resto del tiempo, utiliza cánulas nasales conectadas a una bombona de oxígeno.
El domingo pasado, el Pontífice apareció por sorpresa en la Plaza San Pedro, donde saludó y bendijo a los fieles. Llevaba una bombona de oxígeno en la parte trasera de su silla de ruedas, hecho que fue captado por los medios internacionales.
Francisco continúa con los ejercicios de fisioterapia motora y respiratoria, así como con el tratamiento farmacológico previsto para su afección pulmonar. Su agenda pública se encuentra completamente suspendida desde el 19 de febrero. No obstante, el Papa se mantiene activo en su residencia de Santa Marta, donde recibe documentación diaria de los dicasterios y retoma algunos encuentros privados.
El lunes se reunió con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. También sigue concelebrando la misa diaria y mantiene contacto telefónico esporádico con la parroquia católica de Gaza, dirigida por el sacerdote argentino Gabriel Romanelli. Allí se refugian más de 500 personas, entre ellas musulmanes.
Este miércoles se difundirá el texto preparado para la Audiencia General, aunque la ceremonia no se celebrará. No hay confirmación sobre su participación en las liturgias de Semana Santa.