Denunciaron a Marley por corrupción de menores: los detalles de la denuncia

Marley, conocido conductor de televisión, ha sido denunciado por presunta corrupción de menores por Adrián Alfredo Molina, un residente en Miami que viajó a Argentina para presentar la acusación. Molina, quien ahora tiene 45 años, alega que el presunto abuso comenzó en 1996, cuando él tenía 17 años, a través de una relación iniciada en Internet.

En su denuncia, Molina relata que conoció a Marley a través de correos electrónicos, sin saber inicialmente que se trataba de una figura pública. La relación, que comenzó como una amistad virtual, se habría convertido en un vínculo de carácter sexual. Según Molina, Marley se aprovechó de su situación emocional y desarrollo psicosexual.

Molina narra que en 1996, su padre le compró una computadora, lo que le permitió entrar al mundo de la navegación en línea. A través de un alias, Marley inició una conversación con Molina, quien en ese momento no conocía su verdadera identidad. “La relación comenzó de manera amistosa, pero pronto se tornó en una relación sexual”, afirma Molina.

Después de varios meses de comunicación virtual, Marley sugirió que se parecía al famoso conductor de televisión. Aunque no lo confirmó, indicó que trabajaba en una productora de espectáculos. Eventualmente, se encontraron en persona en una esquina de Palermo, donde Marley lo recogió y lo llevó a su casa en el norte del Gran Buenos Aires. Durante ese primer encuentro, Molina sostiene que Marley intentó seducirlo y tuvo relaciones sexuales con él, lo que le provocó sentimientos de vergüenza y culpa.

Molina asegura que, tras este encuentro, Marley comenzó a manipularlo emocionalmente, haciéndole sentir culpable por rechazar sus avances. A pesar de sus sentimientos de culpa, Molina accedió a continuar la relación sexual, que se mantuvo en secreto durante más de tres años. El denunciante describe cómo Marley lo buscaba en lugares acordados y lo llevaba a su casa para tener relaciones sexuales, siempre evitando que otros pudieran descubrirlo.

A lo largo de la relación, Molina afirma que Marley lo aisló de su familia y amigos, influenció su cambio de carrera y lo manipuló emocionalmente. También denuncia que Marley lo expuso al uso de sustancias ilegales, como el popper, durante sus encuentros.

Dado que la causa ha prescrito, Molina solicita un “juicio por la verdad”, un proceso en el cual, si Marley resulta culpable, no enfrentará pena según el Código Penal, pero se permitirá esclarecer los hechos.