San Lorenzo le rindió un sentido homenaje a su hincha más popular: el Papa Francisco. En el primer partido que disputa luego del fallecimiento del Pontífice argentino, hubo minuto de silencio, muestras de afecto y mucho simbolismo, ya que el azulgrana jugó con una camiseta muy particular.
El encuentro con Rosario Central se desarrolla en el Estadio Pedro Bidegain. Fue un escenario repleto de manifestaciones de respeto y cariño a quien dirigió a la iglesia Católica en los últimos 12 años, pero que desde muy chico mostró su pasión por el “Cuervo”.
Los jugadores salieron a la cancha con camisetas que tenían en su pecho un con el mensaje “Juntos por la Eternidad”, con una imagen de la cara de Francisco. El símbolo fue aprobado de manera inmediata por la Liga Profesional y simboliza la unión eterna entre el club de Boedo y su hincha más célebre. No obstante, Rosario Central también salió a la cancha con una insignia en honor a Jorge Mario Bergoglio.
A su vez, por fuera de lo que fue el partido, hubo actividades con participación de la Scholas Occurrentes. La organización fundada por el Papa en 2013, con el objetivo de transformar la educación a nivel global. Un grupo de integrantes del Barrio 31 de Retiro desfiló junto a la categoría 2012 del club, que próximamente representará a San Lorenzo en un torneo internacional en Rusia.
El público también hizo lo suyo. En las tribunas, numerosas banderas especiales recordaron a Francisco. Hasta hubo fanáticos que llevaron banderas papales, con los colores amarillo y blanco. Desde temprano, la pantalla gigante del estadio proyectó un video institucional que repasó la historia del Sumo Pontífice con los colores azulgranas, sus visitas al club antes de su designación en el Vaticano y sus muestras públicas de cariño por San Lorenzo tras su asunción en 2013.
Por si fuera poco, se exhibió una imagen de Francisco pintada especialmente por la artista “cuerva” Lú Sedova. Además, una estatua ubicada junto al escudo del club que destacaba la figura de Francisco y su vínculo con San Lorenzo, generando un espacio de recogimiento en la previa del encuentro.
