
El lunes 19 de mayo se llevará a cabo una ceremonia para celebrar el cierre de una etapa en la causa por la beatificación de monseñor Jorge Gottau. Será a las 9.30 en la Catedral Metropolitana, donde los promotores sellarán el fin del proceso de recolección de elementos y testimonios a elevar a la Santa Sede.
Fieles católicos celebraron esta noticia sobre el primer obispo de la Diócesis de Añatuya, a quien consideran “merecedor de estar en los altares de nuestra iglesia”, como lo expresa el diputado provincial, Gerardo Floridia.
Pues, de este modo, culminan “muchos años de recopilación de elementos y testimonios” que serán enviados al Vaticano para su consideración. “Este redentoristas llegó a nuestro pago trayendo la palabra pero trabajando día y noche en la promoción humana y en la dignificación de los santiagueño de la mitad de la provincia”, añadió el funcionario y sostuvo que participará del acto.
“Cada lugar del Chaco santiagueño sintió su calidez y su acción. Iglesias, colegios, talleres, hogares, caminos entre algunas obras que son testimonios de su accionar”, manifestó sobre el religioso y pidió a los santiagueños que continúen “en oración para que se dé este proceso”.
Su labor en Añatuya
Gottau fue designado obispo de Añatuya en 1961 por el Papa Juan Pablo XXIII y fue padre conciliar en el Concilio II, con participación en las cuatro sesiones que se efectuaron en los años 1962 y 1965.
Recibió la Consagración Episcopal de manos del cardenal Caggiano en la parroquia Nuestra Señora de las Victoria, en Buenos Aires, el día 27 de Agosto de 1961. El 1ro. de Octubre de ese mismo año se hizo cargo de su diócesis.
Recibió una diócesis que contaba sólo con 7 parroquias y 7 sacerdotes para atender 120.000 habitantes desperdigados en 68.000 Km2. Al llegar a Añatuya, acompañado por el padre Emilio de Elejalde, recorrió toda la diócesis e inmediatamente se dedicó a conseguir recursos económicos y colaboradores para desarrollar una obra magnífica que llenó de esperanza a todos los habitantes de la región del chaco santiagueño.
Recibió apoyo de diócesis e instituciones de Alemania y de muchas parroquias de Buenos Aires, además cosechó agentes de pastoral en Europa y Latinoamérica. Durante los 31 años de ministerio episcopal creó 15 parroquias y más de 300 capillas, con la colaboración de 30 sacerdotes, 150 religiosas y gran cantidad de religiosos y laicos.
También creó 25 centros educativos, contando entre ellos primarios, secundarios, terciarios, agrotécnicos, centros de capacitación laboral, talleres, una escuela de educación especial, etc. Además creó 6 hogares, uno para niños, tres de ancianos y dos de discapacitados. Promovió cooperativas y el denominado «Proyecto del Salado» que benefició a cientos de productores.
Además, gestionó la construcción de canales de riego y la construcción de aljibes y postas sanitarias. Creó un plan de viviendas para erradicar las viviendas rancho, en las que se reproducen las vinchucas. También creó delegaciones de Cáritas y comedores en todas las parroquias. Además se crearon tres radios, un centro deportivo y un centro cultural.