Este sábado 7 de septiembre a las 17:00 comenzará la eucaristía en la explanada de la Catedral Basílica. Se leerá la Bula Papal donde Francisco traspasa la Sede Primada de Buenos Aires a Santiago del Estero, en un hecho histórico.
Por estas horas, en las inmediaciones de la calle 24 de Septiembre ya se vive lo que será un nuevo hito para el catolicismo nacional. En ese sentido, el Obispo Auxiliar de la Diócesis de Santiago del Estero, Monseñor Enrique Martínez Ossola habló con Info del Estero.
“La justicia de Dios siempre llega”
El prelado pidió a los miles de feligreses que se convocarán en la Catedral que vivan este momento histórico “como una caricia al alma”.
“Es señal de que Dios está presente en esta historia, que la justicia de Dios siempre llega”, comentó. Martínez Ossola recordó que el Papa Francisco tomó esta decisión luego de 10 años de reflexión.
“Estuvo 10 años pensando en esto como un fruto maduro de la reflexión, de la experiencia, es un momento donde todos estamos invitados a participar del gozo en un designio amor, solidaridad, respeto…”, continuó.
¿Por qué Santiago del Estero será Sede Primada?
El Sumo Pontífice había expresado en más de una oportunidad que Santiago del Estero debía contar con este título honorífico y lo hizo efectivo luego de la canonización de Mama Antula.
“La decisión papal del traslado tiene su fundamento histórico en el hecho de que en 1570 San Pío V creó la entonces llamada Diócesis del Tucumán, con sede en lo que hoy es la antigua ciudad de Santiago del Estero”, explicó el obispo.
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El traslado se basa en que en 1570 San Pío V había creado la entonces llamada Diócesis del Tucumán, con sede en lo que hoy es la antigua ciudad de Santiago del Estero. Siete años años, en 1563, por disposición del Rey de España, Tucumán se había separado de Chile y pasó a depender de la Audiencia de Charcas.
Desde el inicio la entonces Diócesis del Tucumán comprendía Córdoba, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Tarija y Nueva Orán. La Catedral de esta Diócesis primera, de lo que luego sería la República Argentina, fue la Iglesia de San Pedro y San Pablo emplazada en el territorio de la diócesis local.
En 1699 al constituirse la Sede Episcopal en la Ciudad de Córdoba, subsumió el territorio de la primitiva Diócesis del Tucumán. Recién en 1907 se creó la actual Diócesis de Santiago del Estero en cuyo territorio había funcionado la antigua y primera Sede Episcopal del Tucumán.
En honor a esto es que el Papa Francisco decidió trasladar la Sede Primada de Argentina a la Iglesia de Santiago del Estero. Ya que Buenos Aires en 1936 había sido elevada por Pío XI a Sede Primada en razón de ser el primer Arzobispado, pero no la primera de las Diócesis en territorio argentino
“Hay gestos que tocan el corazón”
Monseñor Martínez Ossola reflexionó sobre las implicancias territoriales de la designación de Santiago del Estero como Sede Primada. Resaltó el trabajo de las comunidades, y destacó el gesto de justicia del Obispo de Roma.
“Pienso que esto establece una cercanía de Dios con la gente. Hay gestos que tocan el corazón y la vida”, reconoció.
En esa línea destacó el compromiso de la feligresía santiagueña. Hace menos de una semana unas 500 personas peregrinaron a la Mama Antula. “A mi me ha provocado una gran impresión cuando me he encontrado en el Señor de Mailin. Observar la paz, la comprensión, el valorar a otro, como se le ayuda al que viene herido por el camino…”. Esa armonía -según sus palabras- es una característica propia de los santiagueños.
La realidad del país afecta a las comunidades parroquiales
Otro de los temas que abordó monseñor, Martínez Ossola es la realidad de recesión que vive el país. Con desempleo creciente, y números de pobreza que aterran asegura que las comunidades parroquiales tuvieron que organizarse para la tarea solidaria.
“No somos inconscientes de la realidad. Hay mucha gente con hambre, sin trabajo… y tenemos el objetivo de crecer en la responsabilidad social para solucionar los problemas. Por eso en las parroquias van reuniéndose para lograr objetivos”, contó.
Esto implica tareas solidarias en lo concerniente a dar la mano al otro, acercar comida y abrigo. “Veo que hay solidaridad”, y eso “me reconforta”, contó el obispo.
