
Con una valentía conmovedora, María Becerra compartió con sus seguidores un cuadro que pintó con sus propias manos, inspirado en una experiencia que marcó su vida para siempre: la pérdida de sus embarazos y las dificultades que enfrenta para ser madre.
“Este triste cuadro lo empecé hace unos 25 días y aún no pude terminarlo… siempre que intento seguirlo, me pongo a llorar”, escribió la cantante, reflejando el proceso emocional detrás de la obra.
En el lienzo se observa un útero con ojos tristes, una rosa negra marchita y un saco de sangre tipo 0+. En contraste, en un rincón, una mariposa se posa sobre las trompas de falopio, rodeada de pastillas e inyecciones. Un pequeño símbolo de esperanza entre tanto dolor.
“Representa mucha oscuridad, pero también un poco de esperanza… ahí, a lo lejos”, confesó, dejando entrever que el arte se convirtió en su refugio, pero también en su forma de sanar.