
Una escena indignante y de extrema violencia se vivió este sábado en Córdoba capital, cuando un conductor se negó a someterse a un control de alcoholemia y se dio a la fuga arrastrando a un efectivo de la Policía Caminera, oriundo de Sumampa, Santiago del Estero. El hecho ocurrió alrededor de las 18:45 en el kilómetro 1 del anillo externo de la avenida Circunvalación, entre las avenidas Juan B. Justo y Leandro Alem.
Todo quedó registrado en video por otro automovilista que circulaba detrás de la camioneta Ford Ranger involucrada. En las imágenes puede verse cómo el cabo quedó colgando de la puerta del vehículo mientras era arrastrado violentamente.
Según relató el propio agente herido, desde el interior del rodado el conductor le gritaba: “Morite, hijo de p…” mientras aceleraba. El efectivo fue arrastrado casi un kilómetro antes de soltarse, tras lo cual fue asistido por un servicio de emergencias y trasladado al Policlínico Policial con traumatismos en miembros inferiores y espalda.
El ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, expresó su preocupación por la creciente agresividad de algunos conductores y confirmó que, desde junio del año pasado, 16 efectivos de la Caminera fueron atropellados durante controles. “Si sumamos los hechos ocurridos en 2024 y lo que va de este 2025, ya son casi 60 policías afectados”, precisó.
El conductor abandonó la camioneta
En el lugar del hecho se desplegó un operativo para dar con el agresor. La persecución terminó en el barrio Remedios de Escalada, en el Callejón de Pujada, gracias a la intervención de un remisero que cruzó su auto para frenar al vehículo en fuga. El pasajero del remís llamó al 911 para denunciar lo sucedido.
Según testigos, tras abandonar la camioneta, al menos cuatro personas huyeron del lugar. Minutos después, varios jóvenes en moto intentaron saquear el vehículo, lo que fue impedido por la rápida llegada de la Policía.
Finalmente, este lunes por la mañana el conductor de la camioneta se entregó voluntariamente en Tribunales, acompañado por su abogado. Quedó detenido e imputado por varios delitos graves, entre ellos tentativa de homicidio, atentado y resistencia a la autoridad.
El fiscal Raúl Garzón, a cargo de la investigación, consideró el caso como un reflejo del “quebrantamiento del tejido social” y aseguró que se aplicará todo el peso de la ley. “No vamos a permitir que se naturalicen este tipo de agresiones homicidas contra nuestros efectivos policiales”, sentenció el ministro Quinteros.
Con información de La Voz del Interior y Diario Sud