
El fotógrafo Pablo Grillo, quien fue gravemente herido durante la represión de una manifestación de jubilados en las inmediaciones del Congreso Nacional, recibió el alta médica tras más de dos meses de internación. A partir de este martes, continuará su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca.
Grillo fue trasladado cerca de las 10.30 desde el Hospital Ramos Mejía, donde había estado internado desde el 12 de marzo, cuando recibió el impacto directo de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza mientras registraba imágenes de la protesta. El incidente ocurrió en la esquina del Anexo del Senado, cuando trabajaba de forma independiente como reportero gráfico.
"Pablo Grillo":
Porque recibió el alta médica pic.twitter.com/KbhQXal7w3— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) June 3, 2025
La salida del hospital estuvo acompañada por un emotivo momento: familiares, amigos y colegas lo esperaron en la puerta para celebrar el avance en su recuperación. “Seguimos haciendo fuerza por él y para que todo siga según lo esperado”, señalaron desde la cuenta de la campaña “Justicia por Pablo Grillo”.
Aunque inicialmente los médicos preveían darle el alta el 13 de mayo, el proceso debió postergarse tras detectarse una pérdida de líquido cefalorraquídeo que requirió nuevas intervenciones quirúrgicas. Finalmente, en los últimos días, los especialistas confirmaron que la válvula implantada funcionaba correctamente y que los controles neurológicos daban resultados alentadores.
El caso generó un fuerte repudio por parte de organizaciones de prensa y derechos humanos. La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) exigió la renuncia indeclinable de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y denunció un patrón de violencia institucional hacia los trabajadores de prensa.
El gendarme señalado como autor del disparo es Héctor Guerrero. La familia de Grillo responsabilizó directamente al gobierno nacional por lo ocurrido, acusando al presidente Javier Milei y a la ministra Bullrich de promover una política de represión contra la protesta social y la prensa.
Mientras continúa el proceso judicial, Pablo Grillo encara una nueva etapa en su recuperación, acompañado por el apoyo incondicional de su entorno y de toda la comunidad periodística.