“Quiero que se hagan eco de esta cruel y verídica historia”: el relato en primera persona de una santiagueña que exige “Ni una menos”
Ana Lugones Castiglione junto a su hija.

A través de sus redes sociales, la santiagueña Ana Lugones Castiglione publicó un fuertísimo mensaje recordando la tragedia que le tocó vivir y en el marco de una nueva marcha llevada adelante por el colectivo “Ni una Menos”.

“Hoy se conmemora a “Ni una menos”. Y en alusión a ello, y habiendo transcurrido 27 años de la tragedia que me marcó de por vida, yo Ana Lugones Castiglione, la única sobreviviente, hago alusión al horror que viví en el 4° piso del TabiCast, cuando mi exesposo Diego Jose Zaín intentó matarme de 5 impactos de arma de fuego, asesinó a mi hija de 3 años de dos balazos y finalmente se suicidó”.

Reflejó que se trata de “una historia de silencios, sangre, violencia y muerte de la cual padecí junto a mi hija”.

“Quiero que se hagan eco de esta cruel y verídica historia de mi vida, por ofrecerse a la escucha de una experiencia dolorosa, que resulta necesario recuperar y guardar la memoria como un acto de justicia, especialmente para las víctimas que ya no están en este mundo, como es el caso de mi amada hija Lo”.

“Por la Memoria de los que ya no están en este Plano Astral y por la Justicia de los oprimidos. Dios hara Justicia. Amén…”, sentenció en su posteo.

El caso hace referencia a un hecho ocurrido el pasado 10 de abril de 1998:

“En mi mente resonaban las amenazas de él; pues estábamos separados de hecho y esperando la sentencia de divorcio que saldria la semana siguiente. Tocó el portero. Subió y como Lo estaba dormida, le permití que él ingresara al departamento. Le di un beso en la frente a “Lo” –y él la llevó directo al dormitorio, donde la recostó. Diego José Zaín se dirigió al comedor, donde ubicó un par de bolsas que llevaba consigo, yo creía que era ropa de mi hija, pero estaba equivocada. Del interior sacó un revólver. Yo me pongo en cuclillas, porque no sabía que haría, sólo le decía que piense lo que iba a hacer”, a lo que él me dice :“Yo no sé lo que hago con esto, Diosito mío”, decía él. “Vos sos la única causante de todo esto, sos una flor de hija de mil puta…”, me decía antes de pegarme el primer tiro. Aunque la bala impactó en el pecho, yo me levanté e intento salir del departamento, pero él dispara nuevamente.
Aun así, yo me resistí. “Con una furia sin nombre, me empujó, cerró la puerta, y me tiró al piso y empezo a estrangularme”.

“Él me dijo “Ahora si te vas a morir, hija de mil puta…; por tu culpa yo estoy sufriendo todo lo que sufro” ….Antes de perder el conocimiento, lo veo dirigirse hacia las habitación.
Fueron en total cinco disparos que impactaron en distintas zonas del cuerpo mío.
Él se fue al dormitorio de mi hija, a quien le pegó dos tiros; uno en el pecho y otro en la espalda. Luego se pegó tres disparos, que no le causaron heridas importantes, se dirigió hacia el balcón. Desde la plaza Libertad, un par de muchachos lo vieron y fueron a dar aviso en la Jefatura de Policía. A la vez, un primo lejano mio del edificio que escuchó los disparos y también los llamó. Diego José Zaín se arrojó desde el cuarto piso y cayó en el primero, agonizó un par de minutos antes de morir.
Mi bella Lo y Diego José Zaín murieron esa noche del 10 de abril de 1998, mientras yo permanecía en estado crítico y del que me recupere luego de una larga y dura rehabilitación”.