Wilson Lencina es el profesor y responsable de la Escuela de Danzas y Malambo “El Ranchero”, un espacio cultural que desde hace más de una década forma a niños, jóvenes y adultos en la tradición del folclore argentino. Actualmente, cuenta con 60 alumnos: 40 en el grupo infantil y 20 en los niveles juveniles y mayores.
Los ensayos se realizan los días lunes y miércoles de 18:30 a 22:30 en el CIC Municipal de Colonia Dora, donde la dedicación y la constancia son fundamentales, especialmente en los días previos a certámenes o presentaciones. “Todo depende de cómo se dé el ensayo. Si están bien preparados, a veces se puede compartir algo después; si no, es ensayo y más ensayo, porque lo importante es representar bien a su academia y a su pueblo”, comenta Wilson.
La escuela fue creada por el propio Lencina en el año 2010, cuando organizó un grupo de chicos con apoyo de la municipalidad. Desde entonces, se consolidó como un semillero de talentos y una referencia cultural en la región. “Muchos de los bailarines que pasaron por aquí hoy se están mostrando en otros lugares o estudiando fuera. Y eso me llena de orgullo, porque no solo se forman buenos bailarines, sino también buenas personas”, destaca.
La relación con el Municipio continúa vigente. Actualmente, bajo la gestión del intendente Cheín, la escuela recibe apoyo para garantizar su continuidad y crecimiento. “Agradezco la ayuda porque esto no debe perderse”, afirma el profesor.
Entre los proyectos más cercanos, se encuentran dos certámenes clave: uno en Colonia Dora el próximo 14 de junio, donde serán locales, y otro en Santiago del Estero el 28, un preselectivo que reunirá a pequeños y grandes artistas. “Estamos trabajando fuerte para dar lo mejor y dejar bien representado a nuestro pueblo”, asegura.
Además de su labor en Colonia Dora, Lencina también dicta clases en Real Sayana y Casares, extendiendo su tarea educativa a otras localidades. Para él, la mayor recompensa es ver a sus exalumnos triunfar en diferentes escenarios del país. “Cuando te mandan un mensaje diciendo que están bailando en una compañía o grupo y te agradecen por lo que hiciste, eso te llena. No te da millones, pero sí una riqueza enorme”, concluye.
