
El cuartel de Bomberos Voluntarios de Quimilí rindió homenaje a Fernando “Gusano” Bravo, uno de los fallecidos en el accidente ocurrido el sábado por la tarde en la Ruta Provincial 92, a la altura del paraje Puna, cerca de Vilelas.
Bravo, de joven edad, viajaba junto a Sebastián Díaz y su hija Iris, de 9 años, en una camioneta Ford Ranger que volcó por motivos que aún se investigan. Según el testimonio del único sobreviviente, perdió el control del vehículo y, tras el vuelco, el rodado se incendió. Díaz y su hija salieron despedidos. La niña falleció por el impacto y Bravo murió calcinado al quedar atrapado en el interior del vehículo.
El accidente dejó consternada a la comunidad. Los Bomberos de Quimilí, que participaron en la asistencia en el lugar del siniestro, despidieron públicamente a Bravo a través de un mensaje en redes sociales donde lo recordaron como un colaborador incondicional del cuartel.
“Gusano, como todos lo conocíamos, fue siempre ese amigo incondicional del cuartel. Un chico sencillo, de buen corazón, que nunca dudó en dar una mano. En esos días donde el fuego no daba tregua, él aparecía sin que lo llamáramos”, expresaron.
Afirmaron que, aunque nunca integró formalmente el cuerpo activo, Bravo ofrecía su ayuda cada vez que era necesario. “Tenía el alma de los nuestros, siempre listo para acompañar, sin pedir nada a cambio”, señalaron.