“Las medidas de fuerza en el Garrahan continúan, y la última conciliación obligatoria fue declarada nula por irregularidades”, dice un extenso comunicado de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan. En el mensaje, el personal niega muchos de los datos que el Gobierno de Javier Milei difundió en las últimas semanas para justificar los ajustes brutales al centro pediátrico.
Vale recordar que, durante una entrevista televisiva, el presidente afirmó que el presupuesto del nosocomio había incrementado un 240%, a la vez que negó una crisis salarial y denunció que había un exceso de personal administrativo. Ante esto, desde el Garrahan lo acusaron de “repetir falsedades” y mostraron las estadísticas.
En principio, aclararon que “desde el 10 de diciembre de 2023, es el Gobierno nacional el que designa las autoridades del Garrahan, y son esas mismas autoridades las que publicaron datos que desmienten lo que Milei y sus voceros afirman”. El centro de pediatría de alta complejidad, depende en un 80% del Estado nacional y un 20% de la Ciudad de Buenos Aires.
Tras estas aclaraciones, aludieron a lo vociferado por Manuel Adorni quien dijo que el hospital tiene más de 900 empleados administrativos. Sin embargo, el anuario estadístico oficial del centro de salud indica que solo hay 473 personas en esa área. En contraste, el 68% de los trabajadores, es decir, 3.190 de un total de 4.728, se desempeñan en tareas asistenciales directamente relacionadas con la atención médica.
En lo que respecta al presupuesto, desde APyT desmintieron el supuesto aumento real mencionado por Milei. Manifestaron que si bien hubo una suba nominal, quedó por debajo de la inflación acumulada desde diciembre, que supera el 300% según datos del INDEC. También alertaron sobre el impacto de la inflación en dólares en un sector altamente dependiente de insumos importados.
En cuanto a los salarios, los trabajadores señalaron que los profesionales del Garrahan cobran, en promedio, por debajo del valor de una canasta básica familiar, estimada en 1.800.000 pesos. Este deterioro, aseguran, provocó más de 200 renuncias en lo que va del año. También remarcaron la brecha con el sector privado, donde se paga por hora entre 11.000 y 27.000 pesos, frente a los 6.000 que perciben en el hospital.
Por último, calificaron como “estigmatizantes” los comentarios del Presidente sobre las residencias médicas. Recordaron que los residentes no son empleados del hospital, sino que dependen del Ministerio de Salud de la Nación, y que durante el conflicto llegaron a cobrar 800.000 pesos por una jornada completa.
