
La empresa Lumilagro, reconocida por fabricar termos desde hace más de siete décadas, atraviesa una etapa de profunda reestructuración. En medio de una caída sostenida en las ventas, la firma decidió reducir su personal y modificar su esquema productivo ante la presión del mercado.
Carlos Bender, gerente comercial de la compañía, confirmó que la nueva estrategia contempla un modelo mixto: el 60% de los termos serán importados desde China, mientras que el 40% restante continuará siendo de producción nacional. La fabricación local se concentrará en el tradicional termo con ampolla de vidrio y una pequeña línea de acero inoxidable.
La apertura de importaciones dispuesta por el gobierno nacional y el incremento del contrabando son, según la empresa, los factores principales que afectaron su estructura. En ese contexto, Lumilagro optó por externalizar parte de su producción en Asia, bajo supervisión propia y manteniendo los estándares de diseño y calidad.
Uno de los efectos más visibles del proceso fue el recorte de personal. A través de un plan de retiros voluntarios, la nómina se redujo de cerca de 200 trabajadores a poco más de 70 en los últimos años.
Desde la compañía señalaron que no se instalará una planta propia en Asia. En su lugar, trabajarán con un socio comercial con base en China, encargado de fiscalizar los procesos que garanticen la identidad del producto.