Algo pasa en el aire. ¿Lo sienten? Es esa mezcla de emoción, luces y tradición que solo julio puede regalarnos en esta tierra querida. Porque sí: la Madre de Ciudades está a punto de soplar las velitas y nosotros salimos a recorrer cada rincón del centro santiagueño para contarte cómo se palpita la fiesta más esperada.
La Plaza Libertad ya se empieza a vestir de gala. Luces que parpadean, estructuras que brillan y colores que transforman el corazón de la ciudad en un escenario mágico. Todo se prepara para la velada del jueves 24, cuando celebraremos nada más y nada menos que ¡472 años de historia!
No son luces cualquiera: detrás de cada rincón iluminado hay manos que trabajan con cuidado y dedicación. El equipo de la Municipalidad de la Capital se encarga de que todo luzca impecable. Y claro, mientras ellos ajustan los últimos detalles, turistas y vecinos ya aprovechan para sacar la selfie del año.
Entre mates, risas y caminatas, las familias se detienen a admirar las figuras que decoran los paseos. Las infancias corretean bajo los arcos brillantes, las parejas posan con la retreta de fondo, y nosotros, cronistas del festejo, no podemos más que contagiarnos del espíritu festivo.
Porque julio en Santiago tiene ese no sé qué…, que nos hace inflar el pecho de orgullo, celebrar nuestras raíces y ponerle ritmo de chacarera al corazón. ¡Nos vemos en la velada!
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