El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes la extensión por 90 días de la tregua arancelaria con China, una medida que también fue confirmada por el Ministerio de Comercio del país asiático. El decreto, firmado horas antes de que venciera el plazo, mantiene sin cambios los términos acordados en mayo y busca dar más tiempo a las negociaciones.
La decisión llega después de semanas de conversaciones en Ginebra, Londres y Estocolmo, donde ambas potencias acordaron reducir los aranceles recíprocos: Washington los bajó al 30 % y Pekín al 10 %. El pacto inicial, que entró en vigor en mayo, tenía una duración de 90 días y vencía este 12 de agosto.
El entendimiento se produjo tras una intensa escalada comercial: en abril, Estados Unidos había impuesto aranceles del 145 % a productos chinos, mientras que China respondió con gravámenes del 125 % a las importaciones estadounidenses. Entre las concesiones recientes, Pekín autorizó la exportación de tierras raras a EE.UU., que a su vez retiró restricciones a la venta de chips.
A pesar de la prórroga, persisten tensiones en la relación bilateral. Trump instó a China a cuadruplicar sus compras de soja estadounidense y dejó abierta la posibilidad de sanciones por la importación de petróleo ruso. El gigante asiático, por su parte, defendió su derecho a mantener relaciones comerciales con otros países y rechazó las presiones de Washington.
El próximo capítulo de este complejo tablero geopolítico se jugará el viernes, cuando Trump mantenga una reunión histórica con Vladimir Putin en Alaska.
