Conflicto de tierras: Alegan legítima defensa de un campesino que mató a uno de dos hombres que lo atacaba

La defensa de Víctor Ibarra, un campesino que mató de una puñalada a uno de los sujetos que lo atacaron, en el marco de un conflicto de tierras, alegará legítima defensa. El homicidio ocurrió el pasado miércoles 13 de agosto en el paraje conocido como “Media Luna”, en el Departamento Mitre.

Dos hermanos de apellido los Gorosito arremetieron contra el acusado, quien circulaba en su moto en busca de sus ovejas. En medio del ataque -según información brindada por los abogados de Ibarra, Antonio Jorge Campana y Juan Guiscafré- el agredido sacó de sus prendas un facón y apuñaló en el pecho a uno de sus atacantes.

La disputa por el terreno en el que ocurrió el hecho es de larga data. Los Gorosito, habían amenazado a la familia Ibarra para que abandonara el lugar en el que viven, bajo el argumento de que esas tierras le pertenecen a un abogado que sería pariente de ellos.

Sobre esto, Campana señala que “existe una causa civil que se tramita desde el año pasado, donde se dirime quién es el que tiene derecho sobre la superficie –en cuestión-“. Mientras tanto, uno de los que ejerce posesión es la familia de Ibarra y “tiene derecho a estar en el lugar”.

El ahora acusado por el delito de homicidio se dedica a la cría de ganado (más precisamente de ovejas). El día del hecho, había salido en su moto a buscar a sus animales, como lo hace todos los días, dado que las ovejas van más allá de los sectores cercanos a la casa y al corral de pastoreo.

Ibarra se alejó a unos tres kilómetros de su vivienda. “Esto es algo habitual que pasa en este tipo de actividades (…) porque en los campos, todos los días, los poseedores y los ganaderos, tanto para el ganado menor como mayor, se tienen que trasladar desde los corrales, que son abiertos por ellos mismos para que salgan los animales, se alimentan y después hay que buscarlos. No es que él haya ido a un lugar que no correspondía”, ”, argumentó el abogado.

Al llegar a un callejón, el hombre fue abordado por los Gorosito quienes, montados a caballo, lo voltearon de la moto. “Lo golpean salvajemente en la cabeza y en el cuerpo, por eso él está tan lastimado”, comentó Guiscafré sobre las lesiones que se pueden ver claramente en la imagen que encabeza esta nota.

En medio de la brutal golpiza, Ibarra logró levantarse del suelo, mientras sacaba de su cintura el cuchillo y lanzó que lanzó una puñalada. “Fue un solo golpe que él nos comenta que lanzó al ‘bulto’, como se dice en criollo, o sea, cerrando los ojos, sin mirar a dónde tiraba y a los fines de que le dejen de golpear; en un acto defensivo, en definitiva”, indicó la defensa.

Sin embargo, esa sola puñalada fue al pecho de uno de los atacantes que cae en el suelo malherido, mientras el otro escapa.  Ibarra camina 100 metros más y se desvanece debido a la pérdida de sangre. “El sangrado es abundante, en esa foto ya lo habían limpiado en esa foto y sin embargo, seguía teniendo la cara roja”, comentó Campana.

Agregó que su defendido se entregó “sin ningún tipo de oposición”, dado que “no desconoce el hecho de haber tenido que acudir a esta herramienta para defenderse y producir una muerte, pero entendemos, es en el marco de la defensa propia”.

Si bien el terreno está en disputa, el abogado recalcó que “desde hace más de 30 años, el ejercicio posesorio lo tiene Ibarra. Lo reclama otro y hace tres años ponen a estos dos peones, y lamentablemente ocurrió este enfrentamiento que ya se venía advirtiendo, se venía anticipando por parte de los Gorosio”.

Hasta el momento, la causa avanzó a la indagatoria, y se produjo la audiencia de conversión de la detención a la que la defensa no se opuso. “Tenemos una postura responsable frente a este tipo de casos”, afirmaron y explicaron que, a sabiendas de que hay una muerte no pretenden “encapricharse” con la solicitud de beneficios.

Nos estamos encaminando a producir pruebas, a colaborar con la fiscalía para que la fiscalía pueda develar lo que verdaderamente ha ocurrido que, desde nuestro punto de vista es una clásica legítima defensa. Una vez sucedido eso, a lo largo de estas semanas, vamos a empezar a planificar la estrategia para pedir ciertos beneficios, o al menos posicionarnos de la mejor manera posible para que se devele esto en un evento de juicio”, adelantaron los abogados.