
Por Lourdes Suárez Torres y Luana Vázquez
En el marco del Día Mundial de los Primeros Auxilios, desde Info del Estero conversamos con el equipo de Guardavidas de la Provincia, quienes día a día forman parte del sistema de emergencias y están preparados para asistir en situaciones donde la vida puede estar en riesgo.
El equipo de Martin Cabral, Milena Ruiz, Mariana Bolesso y Yuyianna Castellbi nos recibió en la sede del predio Luz y Fuerza en la ciudad de La Banda, donde una guardia de guardavidas hacer, precisamente, guardias de 24 horas para atender emergencias del grupo de WhatsApp vecinal S.O.S. VECINO BANDEÑO, creado con el fin de agilizar la asistencia en casos de accidentes y otras situaciones en las que pudiera estar en riesgo la vida de las personas.
A través de este servicio, el equipo articula asistencia junto a otras instituciones como el Servicio de Emergencias del CIS Banda, Bomberos Voluntarios y la Policía misma.
En este reportaje, compartimos lo que nos contaron sobre cómo trabajan, cómo diferenciar una emergencia de una urgencia, y lo más importante: qué cosas no debemos hacer cuando nos enfrentamos a un accidente en la calle.
Urgencia no es lo mismo que emergencia
Uno de los primeros puntos que nos remarcaron los guardavidas fue la importancia de diferenciar entre urgencia y emergencia.
“Una urgencia puede esperar hasta seis horas, porque no necesita atención inmediata. Sin embargo, una emergencia sí necesita una atención médica inmediata, como por ejemplo, un paro cardíaco. Ahí corre riesgo la vida”, explicaron.
Un ejemplo de urgencia es una apendicitis: requiere atención médica, pero no implica que la persona esté al borde de la muerte en ese instante. En cambio, una emergencia, como una hemorragia activa o un paro cardíaco, sí necesita intervención inmediata.
“Siempre se atienden ambos casos, pero la prioridad absoluta es la emergencia”, insistieron.
Lo que NO hay que hacer
Cuando vemos un accidente en la vía pública, nuestra reacción puede marcar la diferencia entre salvar o complicar la vida de una persona. Sin embargo, muchas veces actuamos de forma impulsiva y eso puede ser perjudicial.
Los guardavidas fueron claros: “Lo primero que no hay que hacer es mover a la persona accidentada. Si alguien está tendido en la calle, no sabemos qué tipo de fracturas o lesiones puede tener, y tocarlo puede empeorar la situación”.
Lo que SÍ hay que hacer
Frente a un accidente, lo importante es mantener la calma y seguir una serie de pasos básicos que pueden salvar una vida:
- Detener una hemorragia: “Si vemos una hemorragia activa, lo que debemos hacer es comprimirla con cualquier prenda de vestir para contenerla”.
- Verificar la respiración: “Siempre hay que controlar que la persona respire. La vía aérea debe estar despejada. Eso es prioridad absoluta”.
- Llamar al sistema de emergencias: “El paso fundamental es activar el protocolo llamando a la línea de emergencias. No podemos quedarnos sin pedir ayuda profesional”.
Priorizar la vida ante todo
Los especialistas también nos remarcaron que, aunque existan fracturas visibles o lesiones graves, lo primordial siempre es asegurar la vida.
“Si, por ejemplo, la moto derramó combustible y la persona está inconsciente al lado, debemos apartarla de ese lugar. Siempre se prioriza salvar la vida antes que la inmovilización perfecta”.
Asimismo, nos mostraron parte de los elementos que utilizan en su trabajo: collares cervicales, tablas de inmovilización, ventiladores manuales y desfibriladores externos automáticos (DEA). Estos últimos son claves para asistir a alguien que sufrió un paro cardíaco, ya que guían paso a paso sobre cómo proceder y cuándo aplicar una descarga eléctrica.
Un mensaje para todos
El Día Mundial de los Primeros Auxilios es una oportunidad para recordar que cualquiera de nosotros puede encontrarse frente a una emergencia en la calle, en el agua o incluso en casa.
“No se trata de ser profesionales de la salud, sino de saber qué hacer —y sobre todo qué no hacer— hasta que llegue el equipo especializado”, concluyeron los guardavidas.
En definitiva, lo más importante es mantener la calma, no mover a la persona, controlar su respiración, detener hemorragias y llamar de inmediato a los servicios de emergencia. Acciones simples, pero que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.