Ilva, la fábrica de pisos cerámicos con sede en Pilar cerró sus puertas debido a la situación mácroeconómica, la caída de ventas y la apertura de importaciones. Se trata de una de las empresas más importantes del rubro en el país y contaba con más 300 empleados que reclaman por el pago de una indemnización.
La planta productiva cesó en sus actividades a principios de septiembre. Y, pese a una conciliación obligatoria, que vencerá mañana, las partes no llegaron a un acuerdo. Por eso es que los empleados, más representantes gremiales llevan a cabo una serie de protestas apra reclamar por sus derechos.
Según informó Infobae, en el Parque Industrial de Pilar, “está cortado el camino provincial para entrar al parque por ruta 8 kilómetro 60″, de modo que las autoridades decidieron radicar una denuncia.
Por su parte, el Gobierno bonaerense confirmó que hubo una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo local, pero que el abogado de la empresa no presentó ninguna propuesta para pagar a los trabajadores que quedaron en la calle.
La grave situación se conoció cuando Ilva comunicó oficialmente que iba a detener su actividad en Pilar, provincia de Buenos Aires. En los sindicatos y funcionarios coinciden en que el anuncio incluyó el cese de la operatoria, la desvinculación de toda la planta permanente y un plan de pagos de indemnizaciones.
Mientras que los gremios ligados a la industria ceramista acusaron a la empresa de avanzar con “despidos masivos” y de impulsar retiros voluntarios sin diálogo previo.
