
Ramiro Díaz, un recolector de residuos de tan solo 18 años murió aplastado por un tractor el 3 de marzo de 2023. A más de dos años del hecho ocurrido en la localidad cordobesa de Villa María, su familia sigue exigiendo justicia.
En la mañana de ese funesto día, el muchacho salió apurado de su casa para ir a trabajar. A media mañana, regresó junto a dos compañeros en un tractor agrícola al corralón municipal que en la parte trasera llevaba un sistema compactador de basura.
Se presume que el conductor del vehículo de gran porte, Daniel Rodríguez, hizo maniobras para estacionar. Sus compañeros pensaron que había terminado y se bajaron. Sin embargo, el tractor volvió a arrancar, bajo condiciones que no están claras y una de las ruedas pasó por encima de Ramiro.
El encargado del personal del corralón municipal, Adrián Gadea, presenció la situación y reaccionó desesperadamente al ver lo que ocurría. El propio Gadea fue el responsable de alertar a Celeste sobre el accidente. “Me dijo que no había sido nada, que era solo la pierna. Pensé que le ponían un yeso y ya nos volvíamos para mi casa”, según precisó la mujer a TN.
El hombre fue a buscarla y se dirigieron al Hospital Pasteur de Villa María, donde previamente había sido trasladado Ramiro. La situación era devastadora: el médico le comunicó que su hijo estaba en terapia intensiva con múltiples traumatismos. Tras 17 días internado, finalmente murió el 22 de marzo.
Investigación
La justicia inició entonces una investigación que tuvo idas y vueltas, hasta que, finalmente en el último tiempo comenzó a encaminarse. En mayo de este año, la fiscal de la causa, Juliana Companys, imputó a cuatro personas: el exintendente municipal Mauricio Pajón; el exdirector de Obras Públicas, Rubén Calcagno; el conductor del camión, Daniel Rodríguez; y el responsable del corralón municipal, Adrián Gadea.
Y es que, la familia y la querella, representada por el abogado Héctor Villarino, denunciaron que al día siguiente del accidente, Pajón mandó a que pinten y le coloquen luces y un espejo retrovisor al tractor, una tarea que habría estado a cargo de Gadea.
“Cuando ocurrió el accidente, el intendente fue al hospital e intentó lavar su imagen. Me dijo que fue un ´pellizquito´, y mi hijo estaba internado en terapia intensiva. Lo que hicieron fue abandono de persona”, comentó Celeste.
También apuntó contra el conductor del tractor, con quien su hijo ya había padecido la desidia. “Una semana antes del accidente, mi hijo me dijo: ´fuimos con Tomás y Daniel al basural y Daniel casi nos atropella porque jugaba haciendo marcha atrás´. Es un demente”, relató, y agregaba que quizás Rodríguez “quiso hacerle una joda”.
Pericia clave
El informe pericial accidentológico, elaborado por la perito de control Sandra Elisabet Artero, reconstruye el hecho a partir de un video registrado por una cámara de seguridad: la víctima fue arrollada por “en un tractor que carecía de espejo retrovisor derecho y cuyo estado general y mantenimiento eran deficientes”, señala el documento al que accedió TN.
De acuerdo a la pericia, había una ausencia total de medidas de seguridad laboral y subraya que, aunque la maniobra se realizó a baja velocidad, la combinación de falta de visibilidad, deficiencias mecánicas y ausencia de protocolos de seguridad “fue determinante en el accidente”.
La querella, representada por el abogado Héctor Villarino, sostiene que hubo negligencia tanto por parte del conductor como del resto de los responsables del municipio. “Queremos que la causa sea elevada a juicio”, solicitó el letrado.