Labruna, Maradona y Russo: los tres técnicos que murieron mientras ejercían su cargo de DT

Miguel Ángel Russo es uno de los pocos directores técnicos que murió mientras estaba en el cargo. Otros de los grandes conocidos fueron Diego Armando Maradona (2020) y Ángel Labruna (1983). Tres que compartían una pasión inigualable por el fútbol.

La carrera como DT de Maradona estuvo marcada por la pasión y la controversia. Dirigió a la Selección Argentina en el Mundial de Sudáfrica 2010 y tuvo pasos por clubes como Mandiyú de Corrientes, Racing Club y Gimnasia y Esgrima La Plata.

Fue precisamente mientras estaba al frente de este último equipo, en un momento de gran conexión con la hinchada del “Lobo”, que falleció el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, dejando un profundo vacío en el fútbol mundial. Su muerte, aunque no directamente en el campo de juego, se produjo estando activo en el cargo y en la antesala de un partido, lo que impactó fuertemente en el ambiente deportivo.

Russo murió este miércoles tras una extensa trayectoria en el fútbol argentino y sudamericano. Dirigió a numerosos equipos, entre los que destacan Vélez Sarsfield, Rosario Central, Estudiantes de La Plata, San Lorenzo y Boca Juniors, con quien ganó la Copa Libertadores en 2007.

También tuvo experiencias internacionales en clubes como Millonarios de Colombia y Cerro Porteño de Paraguay. Falleció el 24 de abril de 2023, a los 67 años, mientras se encontraba al frente de Rosario Central, club al que había regresado para una quinta etapa y con el que mantenía un fuerte vínculo emocional. Su muerte durante su gestión fue un golpe para el fútbol argentino y para el “Canalla”, que perdió a una de sus figuras más queridas.

Mientras que Labruna, una leyenda como jugador de River Plate y de la Selección Argentina, forjó una notable carrera como director técnico. Dirigió a River Plate en varias ocasiones, logrando romper una larga racha sin títulos en 1975, y también tuvo exitosos pasos por equipos como Rosario Central, Racing Club y Argentinos Juniors.

Fue precisamente mientras dirigía a este último equipo, en la cúspide de su carrera como entrenador y con el equipo disputando el campeonato, que falleció de forma repentina el 19 de septiembre de 1983, a los 64 años, a causa de un paro cardíaco. Su muerte conmocionó al fútbol argentino y dejó un enorme legado tanto en las canchas como en los bancos de suplentes.