
Un escándalo de corrupción golpea a la Gendarmería Nacional en Córdoba, donde 23 agentes fueron detenidos, algunos con prisión domiciliaria, acusados de integrar una red que cobraba coimas a camioneros para permitirles circular libremente por rutas provinciales.
La investigación se encuentra bajo la órbita de la Fiscalía Federal de Río Cuarto, a cargo de Rodolfo Cabanillas, y se originó en febrero, tras la denuncia de un chofer. El caso salió a la luz en el puesto vial de Sampacho, sobre la Ruta 8, pero con el correr de los meses se expandió hacia otras localidades y provincias.
Según la causa, los gendarmes detenían a los camioneros con presuntas irregularidades documentales y les exigían pagos de entre $50.000 y $600.000 para dejarlos continuar su viaje. El dinero era entregado en efectivo o mediante transferencias a cuentas de terceros que actuaban como testaferros.
La organización interna de la red habría funcionado entre mediados de 2024 y septiembre de 2025, alternando turnos de recaudación y distribución del dinero entre los miembros involucrados.
El juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, ordenó 20 allanamientos simultáneos en Sampacho, Holmberg y otras localidades de Córdoba, así como en Santa Fe, Catamarca y Salta. Inicialmente se detuvo a 14 gendarmes, pero la cifra aumentó a 23 con el avance de la investigación.
Entre los implicados figura la jefa de seccional, Analía Galian. De los 23 sospechados, 13 están alojados en la cárcel de Bouwer y el resto cumple arresto domiciliario.
Los delitos que se investigan son asociación ilícita, extracciones ilegales y abuso de autoridad. Fuentes judiciales no descartan nuevas imputaciones y cambios internos en la fuerza en los próximos días.