Reforma laboral: el Gobierno propone un salario dinámico y convenios por empresa

Esta mañana, la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados siguió el debate sobre el capítulo laboral del proyecto de ley enviado por el Ejecutivo nacional.

La discusión se centró en la situación del empleo formal e informal en Argentina y las propuestas del Gobierno para el mercado laboral en la segunda mitad de la administración de Javier Milei.

Tras un inicio con marcadas diferencias entre oficialismo y oposición sobre el diagnóstico del mercado laboral, el funcionario reveló que su cartera lleva “dos meses” trabajando en “una reforma laboral junto a los que firmaron el Pacto de Mayo”.

El Secretario de Trabajo, Julio Cordero, negó rotundamente que existan retrasos en la homologación de las paritarias y defendió la postura gubernamental: “Hay que proteger al sector privado, porque si no se lo protege, se retira”. Frente a las críticas por la supuesta falta de homologación, enfatizó el “diálogo permanente” en su secretaría, que calificó de “puertas abiertas”, buscando un “equilibrio entre los sindicatos y los empresarios”.

La “nueva dinámica” paritaria y el rol de la inflación

Al justificar los acuerdos de incrementos salariales del 1% —cuestionados por la oposición—, Cordero señaló que “al modificarse la matriz económica que permite que los argentinos cuenten con una moneda estable, que no tengan el impuesto inflacionario, se ha generado una dinámica distinta en la paritaria. Hoy no se trabajan de la misma manera, que es correr contra la inflación”. Esta afirmación generó tensiones, ya que desde los bloques opositores se expusieron estadísticas que denuncian el cierre de empresas, el aumento de la informalidad laboral y la pérdida de puestos de trabajo en el sector privado, especialmente en la industria.

Ante estas críticas, el funcionario reiteró que la reforma laboral en la que trabaja su secretaría buscará implementarse en la segunda mitad del mandato de Milei. “Nosotros lo que vemos es que hay responsabilidad del sector gremial cuando se sientan en la mesa porque se dan cuenta que la empresa tiene que ser sostenible en el tiempo. Los gremios que protegen a sus trabajadores son los que entienden que la empresa siga abierta”.

Los ejes de la reforma: convenios por empresa y salarios por mérito

Cordero avanzó en la explicación de los cambios propuestos, indicando que los números paritarios —particularmente criticados desde el bloque de Unión por la Patria— “finalmente tienen que contemplar a la empresa que más lo necesita por sus trabajadores en la región del país más desfavorecida porque los convenios son por actividad”.

A partir de este momento, el Secretario de Trabajo desglosó el plan de reforma laboral. Anunció que la secretaría que comanda “trabaja en los convenios por empresa que permitiría una situación distinta porque podrían negociar con el sindicato si la paritaria nacional quedó muy por encima”, y agregó que esa negociación —que, según él, determinadas empresas no podían cubrir— “generan un diferencial salarial siempre hace arriba”.

“Tenemos un plan de incremento salarial dinámico. Estamos trabajando hace dos meses. Eso es lo que marca la diferencia entre los salarios de convenio y los salarios reales, que estos últimos son muy superiores y deben serlo. Como la inflación baja, ahora la negociación es otra cosa. Los empleadores deben pagar más a los trabajadores que se diferencian y se destaquen. Queremos que los salarios generen este diferencial por mérito. Si todo es lo mismo, se apunta hacia abajo”, consideró, sentando las bases de una nueva filosofía laboral.

Por el lado de los sectores “patronales”, Cordero se limitó a señalar que están en conversaciones con las cámaras empresariales para que “no trasladen a precios esos aumentos y que los trabajadores puedan contar con este diferencial”, sugiriendo que el Gobierno busca un compromiso de no traslación a precios de los eventuales incrementos salariales diferenciales por mérito. La reforma, si bien aún en desarrollo, perfila cambios estructurales en las negociaciones colectivas y en la política salarial del país.